Parece que la historia no enseña nada a ciertos padres, esos que insisten en que sus hijos trabajen en la tv, disfrazando la situación con la palabra “divertido”.

Hubo siempre muchos documentales que mostraron en qué terminan los jóvenes que comienzan desde niños a ser explotados por sus padres en la tv.

No es que sea privativo de ese medio, hay muchos padres que usan a los niños para conseguir dinero.

El otro día se vio una mujer que mientras entretenía a un vendedor, su hijo de 4 años se robaba una joya valiosa, lo captaron las cámaras del sitio y se dieron cuenta después, pues nadie se puso a controlar al niño.

Ahora, leí que Cris Morena, el ícono del éxito como el mayor sumidero de consumo de jóvenes con sus tiras juveniles, que siempre ha acompañado la palabra éxito.

No se puede decir que la hija hubiera tenido los mismos problemas si no hubiera participado de los proyectos televisivos de la madre, pero hay una alarmante estadística de niños que habiendo comenzado en tv de niños o adolescentes están sometidos a una presión tal que es fácil caer en vicios que solucionen el tema.

Sobre todo los que tienen que ver con la manipulación de la imagen, era sabido en el ambiente los problemas alimenticios de su hija, Romina Yan, que fue revelado por ella misma, y se sabe también que la muerte súbita es una posible secuela de la conducta alimenticia alterada.

Pensando en estas cosas del desorden alimenticio, recordé el caso de Dalí, que a los 84 años, de un paro cardíaco.

Aunque no se ha difundido demasiado, la causa fue alimenticia también, se le ocurrió hacer una huelga de hambre, protestando no recuerdo por qué cosa, para cuando terminó la propuesta, el estómago no pudo reponer las “actividades” usuales del comer, y tuvo que seguir consumiendo líquidos hasta que el corazón no pudo responder.

Me suena similar.

Algo que todos sospechan es que a Romina Yan le pasó algo como eso, el desorden alimenticio se cobró su tributo.

Esto debería ser una señal, un aviso, aunque se entiende las razones de la familia para no comentar sobre el hecho, sería el mejor mensaje que se le puede dar a los jóvenes: cuidado con basar su autovaloración en su aspecto, da malos consejos.

También los padres tienen que hacerse la pregunta si todo ese oropel de la tv vale la pena de la vida de sus hijos.

Dicen que Romina Yan estaba por realizar otro programa con Jimena Cyrulnick, otra de las niñas de tv que tuvo problemas de adicción.

La lista es larga, no quiero insinuar que es una regla, sino que evidentemente el medio promueve conductas que son dañinas, entonces, no es cuestión de cortar vocaciones por un “acaso”, pero sí que los padres deben repensar la situación de esos hijos y cómo guiarlos y contenerlos en vez de explotarlos.

Al parecer Cris Morena se retira de la tv, a mí, su producto Chiquititas y toda la gama de programas juveniles me daban escalofríos, porque la explotación del recurso era obvia y los jóvenes se sentían atraídos por esa “oportunidad” de exponerse.

No es que piense que sea bueno que Cris Morena se retire, ya vendrá otra a ocupar su lugar, lo que tengo miedo es que la gente no aprenda.

Se retira Cris, pero deja a su hijo Tomás Yankelevich, con la productora, otro nombre, otra gente, otra ficción juvenil.

No es más que dejar la posta, los problemas seguirán existiendo.