No se conoce en la historia política de Argentina más “lobista” que la Carrió, cambió de camiseta, de socios, de partidos, de aliados, de discursos, es un guante, se da vuelta cuanto sea necesario con tal de conseguir banca política.
Esta “señora” que arregló con Dios, el diablo, querubines y con quien le ofrezca algún centímetro más cerca del poder, tiene el tupé de hablar de prebendas y privilegios a cambio de los votos para el presupuesto.
Sin ponerse colorada de ostentar el título de presidenta honoraria de esa escuela.
Eso sí, si alguien se atreve a decírselo, siempre tiene la retórica para querer justificarse.
Mientras, ejerce el puesto de oposición, porque no es que argumente con actitudes o hechos que generen alguna mejora para la gente, o que realice obras, o que proponga alguna alternativa viable, porque ese no es el objetivo, ella ejerce el cargo de la oposición, lo que quiere decir: oponerse por qué sí, sin generar nada, el objetivo es generar discursos para oponerse, las acciones no importan.
En pos de ese cargo, que lo ejerce bastante bien apoyada por toda la cola de obsecuentes que quieren su tajada por lo que resulte del método, esta mujer es hartante en sus encolados discursos, repetitivos y vacios hasta el cansancio.
Lo peor es que el método cunde, desde Cobos hacia abajo, alineada la Carrió en esa fila, hay una serie infinita de traidores, pero no a los partidos, sino a la patria y al pueblo.
Es indignante leer los diarios llenos de los discursos de estos personajes que consiguen lo que quieren en los medios (Clarín, La Nación, qué casualidad) que les ofrecen espacio con amplia plana para ejercer el cargo de oposición.
Ah, eso sí, a ese espacio, publicitario, gratuito, ella no le llama “prebenda”, ni colectar votos.
Mientras, justifica la violencia, apoyando el golpe (no sé quién definió que una cachetada no es un golpe) que la Diputada Camaño le propinó al colega; eso, en cualquier país se llama: apología al delito, porque una cachetada apoyada políticamente, a esa señora, no le da connotación de violencia de género, pero si el hecho hubiera ocurrido al revés, ya se hubieran levantado hasta las banderas de homosexuales por violencia de género.
Para mí, apoyar semejante acto antidemocrático y agravado por el cargo de funcionaria, merece cárcel, de la misma manera que cuando cualquiera golpea por cualquier razón a otro.
Toda esa basura, le está sirviendo, según ella, para su candidatura a la presidencia 2011. Piensenlo bien, comparen a esa “señora” con la actual presidenta.
Dejenme de joder, esa señora no tiene ni honor, ni visión seria, es de la misma cepa de traidores que Cobos.
Espero no tener que soportarla como presidente, mientras esté en papeles, apoyadas por diarios que le pagan el cargo, todo bien, pero si la gente se traga ese armado de prensa y candidatura, me como los zapatos.
Me da asco la Carrió y toda la runfla que la sostiene.
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