Una metáfora del ser adulto es tener un hogar propio pero, también, todo lo que ello implica: seleccionar pertenencias, despedirse de otras y hasta confeccionar un listado de fletes seguros y de confianza.
Cerrar o abrir una etapa es un trabajo físico y emocional importante, y ni hablar de cuando ambas cosas se superponen y nos exigen algunos pocos días o tan solo un fin de semana.
La primera mudanza - ya sea para irse a vivir solo/a o acompañado/a - puede tornarse una experiencia difícil de calificar como grata, aunque existen muchas maneras de apaciguar ese estrés y poder disfrutar de sus resultados.
Lo importante siempre es prepararse con tiempo. Si se conoce la fecha de entrega del próximo hogar, relajarse y dejar todo a último momento puede ser un gran catalizador del caos. Pero lo podemos evitar si empezamos a seleccionar lo que nos queremos llevar y lo que no. Una mudanza puede ser una gran escuela de despojo si incorporamos algunas preguntas como: ¿voy a usar esto alguna vez?, ¿me sirve para mi nueva vida? y si no, ¿a quién?, ¿mejor tenerlo o recordarlo?.
Una vez seleccionados los elementos que vamos a mudar, llegó el momento de recolectar cajas. Supermercados, shoppings, estaciones de servicio y almacenes son excelentes depósitos naturales de cajas en desuso. Ser cliente conocido de alguno de ellos es un punto a favor para conseguir las más fuertes y seguras.
Finalmente, otra actividad con la que nos podemos anticipar a los días plenos de mudanza, es confeccionar un listado de los fletes en Rosario seguros y de confianza. Se puede acceder a la recomendación de algún conocido, consultar en las guías comerciales o navegar por internet. Es importante ser consciente del caudal de cosas que vamos a trasladar para presupuestar un ayudante al fletero y reclutar una buena cantidad de amigos y familiares que se sumen a la travesía. Eso sí, no olvidar un buen agasajo de inauguración para los que ayudaron y para recibir la nueva vida, ¡salud!
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