Menos mal que no soy una persona tímida, porque, si no, la idea de ir a dar una charla sobre geotermia a un montón de universitarios me habría asustado lo que no está escrito. De todas formas, tampoco es para tanto: son estudiantes de universidad, no niñatos de Educación Secundaria que solo saben estar todo el día con el móvil o tirarse papeles y tizas los unos a los otros. Odio a los niños y todavía odio más a los adolescentes, así que dudo que hubiese aceptado ir a darles la charla a ellos... A menos que la cantidad de dinero a cambio de la tortura fuese sustanciosa, claro.
En este caso, lo es, pero no lo hago por el dinero, sino porque me interesa dar a conocer la situación de la geotermia en distintos lugares de España. Soy un ecologista de esos, lo crean o no, y me interesa mucho la difusión de todas aquellas energías que son respetuosas con el medio ambiente, como es el caso de esta. Cuando salí al escenario después de que el profesor que me invitó me hubiese presentado, me sorprendió no solo ver un auditorio tan grande, sino tan respetuoso: nadie hablaba, todos aguardaban a escuchar lo que tenía que decir y, cuando empecé a hablar de la geotermia o energía renovable en Madrid, vi muchas cabezas asintiendo.
Claro está, me dije, puede que la mayoría solo asintiera por ser respetuosa, pero cuando llegó el turno de las preguntas me di cuenta de que no era así: muchos hicieron preguntas serias sobre la geotermia en Asturias, por ejemplo, y otros hicieron exactamente lo mismo tanto con la geotermia en León como con la de Madrid. El turno de preguntas fue interesante y me lo pasé muy bien, y me gustó que tantos alumnos me pidiesen la tarjeta de la empresa, con la dirección de http://www.geoki.es, al terminar la charla. |