Ahora que estamos inmersos en la campaña de la Renta del año 2021, vuelve a ponerse en el foco de todos los debates la evolución de los trámites tradicionales de las Administraciones Públicas en relación con las nuevas tecnologías de la información y la comunicación. Dicho de otro modo, a estas alturas se nos hace extraño que este trámite, al igual que muchos otros, no se lleve a cabo por medios electrónicos. Si bien, con el fin de hacerlo accesible a la mayor cantidad de gente posible, no es estrictamente obligatorio sacar certificado digital online, lo cierto es que disponer de uno facilita mucho las cosas para una gran cantidad de personas. En definitiva, no podemos negar el hecho de que, cada vez con más frecuencia, los trámites analógicos de las administraciones públicas darán paso a los digitales.

Esto se aprecia, para empezar, en la legislación. Es la Ley 11/2007, de acceso electrónico de los ciudadanos a los servicios públicos, la que a nivel estatal regula aspectos tan importantes de los procedimientos como el archivo electrónico de documentos, los documentos y expedientes electrónicos en sí, y por supuesto los medios de firma digital autorizados, recogidos todos ellos en los artículos 18 y 19. Ahora no vamos a entrar a desarrollar las firmas legalmente autorizadas. Simplemente vamos a incidir, una vez más, en el hecho innegable de que la obtención del certificado digital de persona física es cada vez más importante.

Lo es, de hecho, en todas las áreas. Por poner otro ejemplo de actualidad, todos y todas disponemos en nuestros dispositivos electrónicos del documento que certifica que nos hemos vacunado las dos veces reglamentarias frente a la COVID-19. Aunque para este proceso tampoco hizo falta firma, para otros muchos relativos a la sanidad pública, así como a otras áreas administrativas, sí lo es. Por tanto, si todavía no hemos dado el importante paso de obtener firma digital online, solo resta una cosa por hacer: pedir cita en nuestras sedes administrativas locales, o solicitar ayuda de asesores expertos que lleven a cabo el proceso en nuestro nombre o nos ilustren sobre la manera de hacerlo.