De Francisco López Santos
Desde que ella no está aquí
y no amanece conmigo
falta la voz que espantaba
el pensamiento sombrío
Y el propio espejo del cuarto
muestra un rostro que no es mío,
muestra el castigo del tiempo
en este cuarto amarillo.
Esta mañana temprano
Aparece otro Francisco
y alguien que tiene de mi
fecha de pena en domingo.
Desde que ella no está aquí
y no amanece conmigo
falta la voz que espantaba
el pensamiento sombrío.
Y el propio espejo del cuarto
muestra un rostro que no es mío,
muestra el castigo del tiempo
en este cuarto amarillo.
La gravedad del azogue
reside en la luz y el brillo.
Por eso apago la luz
para cubrirme de olvido.
Francisco López Santos pertenece al Ateneo Poético Argentino y publicó el libro Memorias de un rostro en la escotilla. En esta obra, mediante la poesía el autor relata su infancia en Galicia y su inmigración a la Argentina. Una historia de recuerdos y desarraigo que conmueve y entretiene al lector.
|