Una diferenciación entre arte abstracto y figurativo, suele basarse en una definición simple: uno es imperceptible, el otro es lo contrario; la ambigüedad le aporta misterio y niveles a la conexión entre ambos, que, por el contrario de lo que se cree, le confiere valor a ambos, la mirada a través de la realidad es una tendencia biológica, pero el espíritu aprecia las ambivalencia, el desafío.
El artes abstracto, con su apariencia de desconexión de lo figurativo impone su propia perspectiva, la multiplicidad de miradas y características del observador que son únicas e intransferibles, una característica que suma a la obra, cada mirada, cada vez que un observador aprecia la obra, aumenta su valor artístico.
Los artistas plásticos, son como una especie de médium, que transmiten la representación sin necesidad de la forma o convirtiendo la forma, donde la gradualidad del color, la luz, impacta en la resolución de la expresión artística.
La representación a que el arte abstracto apunta a estados más allá de la percepción del autor, espacios de conciencia invisible que toma significado en el observador.
Algunas de las características de libertad cromática tiene valor en sí mismo, más allá de la forma y a veces la constituye, la luz, que impacta desde un sistema panóptico le otorga forma, contenido e impacto artístico.
Carecer de forma coloca al arte abstracto en un sistema de oposición al figurativo, sin embargo es más que eso, es exactamente lo que no es arte figurativo, simplificando la idea.
Crear sin forma no parece siquiera natural, sin embargo pone en relieve el sentido sensible de la apreciación personal, de la experiencia sensorial personal, el autor no es un representador de esa percepción, ni participa de ella, es por ello que el arte abstracto es una experiencia única, y no es posible suponerse parte de ella, apenas una sensación sobre la seguridad del sentimiento que despierta y el intento del intelecto por acomodar la experiencia en alguna realidad.
La incomprensión sobre lo artístico es una de las característica, el misterio con que irrumpe en la percepción del observador es parte del arte y lo será, la imposibilidad de clasificaciones ajustadas, es su mejor valor.
La belleza ya no es suficiente, la pintura figurativa también superó esa simple definición, resaltar la belleza no es el propósito del arte, aunque sea uno de sus efectos.
La utilidad técnica del arte es una visión que el arte mismo enfrenta con sus propios demonios, el sentimiento o especificidad con el arte penetra la vida cotidiana es, usualmente, inesperada.
Los títulos, los nombres, las definiciones son un intento de anclar o explicar lo que no se puede explicar, las referencias del arte abstracto, está en el camino del arte, en su trayectoria y el arte figurativo es su precedente más concreto.
El arte, es un misterio, como el tiempo, y probablemente por eso es igual de indefinido, no cancela al arte figurativo, si no que lo amplía, ambos se alimentan entre sí, el arte, inesperado y sorprendente es solamente esa fuerza indefinible que provoca en los espíritus a los cuales sus arcanos se abren.