La idea principal sobre el arte es que no hay ninguna, es eso que provoca una impresión en los sentidos y del que muchas teorías confluyen, sin embargo la clasificación, historia y tentativas de reflexión sobre el arte es uno de los componentes que lo caracterizan.
La idea sobre un objeto físico que produce una experiencia sensorial es el objeto del arte, aunque la tecnología la agregado algunos desarrollos que no podrían llamarse objeto físico, el asunto está en discusión.
Especialmente las vanguardias con un fuerte componente de herencia en espacios pictóricos sobre todo, el concepto del arte viene mostrando épocas con límites indecisos.
Se considera que el arte conceptual, aparece con fronteras indefinidas a finales de los años 60, no es casual que son años de desarrollo de nuevos materiales, en todos los órdenes del arte, por ejemplo, en la moda, los nuevos textiles ofrecen nuevas formas de expresión, la percepción que se tiene del arte es un poco separada de la moda o de lo comercial, pero pronto mostrarían que la fusión beneficia a la expresión artística en todos los órdenes, arquitectura, decoración, moda, pintura, escultura.
Los espacios de exposición, y la expansión e importancia de la comunicación pisa fuerte en la Internet, la tecnología aporta su propio lenguaje y expresión, y se suma con entusiasmos a nuevas propuestas del arte, que como siempre empuja sus límites tratando de liberarse de líneas de de trabajo ya recorridas.
Los artistas, por definición, son espectadores y productores, buscan permanentemente nuevas formas de expresión y la tecnología, no sólo interviene a través de una computadora, sino que es una vía de doble mano, en el objeto físico se incorporan procesos que se hacen visualmente interesantes, provistos por funciones matemáticas, como los fractales o dispositivos de naturaleza mecánica o eléctrica, algo de esto puede verse en la obra de la artista plástica Silvia Albuixech, de quien coloco una imagen de ejemplo.
En el arte conceptual, la idea es superior a la obra misma, e incluso está por sobre el soporte de desarrollo, la importancia del soporte es relativa, sin embargo, en opinión de algunos analistas, el objeto artístico cuadro pictórico, sigue siendo un elemento que está por encima de otras expresiones, por irrepetible, porque incorpora un elemento único, el tiempo de su ejecución, que no es posible reproducir ni con la más exacta de las copias.
La pintura real, el cuadro con sus pinceladas, colores, decisiones del artista, sigue siendo un objeto físico único, terminado, expuesto al análisis de origen, desarrollo, calidad como elementos únicos e irrepetibles, incluso para el mismo artista con la intención de repetir la obra.
El diálogo entre el artista y su obra es de naturaleza incierta, y es una de sus características mejores.
Por ello, el cuadro, la técnica, el objeto físico, sigue siendo una de las expresiones del arte que más conmueven y proponen una experiencia sensorial por encima de las que puede ofrecer la intermediación de un dispositivo como la computadora.
Aun cuando es fascinante la posibilidad de la tecnología de observar cuadros en detalle, la experiencia única está en estar frente al propio cuadro, la proyección del objeto artístico es la experiencia estética que no está más allá de la materia, como propone el arte conceptual, sino que la incluye.