A los artistas es complicado definirlos, y no es algo que le ocurra a los críticos o a la gente en general, sino también a sí mismos, la inspiración, dicen algunos, no se nutre de las clasificaciones, sino, precisamente de eso indefinido que mueve al artista a una realización más allá de las fronteras del encasillamiento. Sin embargo, no deja de ser importante que cualquier expresión artística pueda ser nombrada, de alguna manera tiene que llegar al mundo, usualmente antes que la vista, está la información, y la información de organiza con palabras, nombres y definiciones, la palabra trae el objeto, dirán algunos, aunque el objeto está fuera de la palabra, es así que al decir artistas pop, artistas plásticos, artistas visuales, estamos referenciando tendencias, algo que podemos acotar, más que decir simplemente artistas.
Sin embargo, los artistas van en la dirección contraria, luchan contra el encasillamiento de las palabras, como rebeldía, sino porque la esencia del artista es precisamente, llevar un paso más allá sus posibilidades expresivas, en lo posible, más allá que cualquier otro, porque parte de tu realización es sorprender, perturbar, conmover; y para que ello ocurra, el arte debe tomar por asalto al espectador y presentarse como algo único e innovador.
A veces, la palabra más acertada es artista ecléctico, o arte ecléctico, la evolución del arte, llevó de la palabra artistas plásticos, a artistas visuales, en tanto en el primero los elementos de producción de la obra, pinturas, oleos, crayones, carbonillas, etc., se circunscribían al espacio plano del marco, y a nuevas formas de expresionismos.
La tecnología, vino a ampliar la situación con las propuestas de video, sonido, la expansión fascinó a los artistas y al mundo, las palabras para acotar el mundo del artista quedó insuficiente, y se agregó al festín, la concepción del artista visual, como un modo de conciliar diferentes puntos de vista que aportaban al conjunto desde diferentes sistemas; sin embargo, la variedad, cantidad y hasta permanentes novedades provenientes, sobre todo, de la evolución de la tecnología, deja pequeña toda palabra.
Artistas eclécticos, no es una palabra oficial, es solamente como me gusta llamar a la irrupción de nuevos artistas que cuenta con elementos que sorprenden al mundo y al propio artista.
Cualquiera fuera el nombre, los artistas hacen lo que siempre, con pocos o muchos elementos, convertirlos, intervenirlos, buscar la forma de resignificarlos, el objetivo de reflejar esa rebeldía, no es otra cosa que impactarse a sí mismos, primeros, como todo ser humano, intentar ir más allá de sí mismo, y en el proceso, invitar a seguirlo.
El arte no se detiene, no depende del futuro, ni del presente, ni de la situación económica o política y, por ahora, es lo que más tiene sentido en el medio de la realidad habitual, es la única forma de escaparse del mundo.
Con los avances en tecnología, con la audacia de nuevos artistas, en la era del poder de la información, hay un piélago en la inmensidad: los artistas, el arte.
Somos consumidos, no hay duda, pero en el medio, tenemos la posibilidad de regenerarnos, dejarnos llevar por propuestas que se especializan en impacto sensorial.
Celebro a los artistas, a los que me gusta llamar artistas eclécticos.