“La elegancia es cuando el interior es tan hermoso como el exterior.”
Coco Chanel
Oscuridad y luz. Fuego y hielo. Noche y día. Todo en el mundo y en el tiempo está formado a partir de contrarios, de dualidades, de complementos. Las energías, las veamos o no, se atacan y se juntan una y otra vez, constantemente, como si fuera ley y destino que los opuestos se encuentran y se complementan. Lo mismo sucede con las joyas: mientras que los cabujones son, por naturaleza y por definición, gemas oscuras, los cabuchones, materiales artificiales, son cristalinos y transparentes. Mientras que las oscuridades de unos absorben la luz, las transparencias de los otros la refleja.
La característica principal de los cabujones, como decíamos, es que no son transparentes. Su brillo no se produce gracias a su color o a su consistencia, sino al corte que tienen y la manera en que esté refleja la luz, sin filtrarla. Los cabujones suelen durar mucho tiempo y son extremadamente difíciles de pulverizar, al menos sin la indumentaria adecuada. Por supuesto, son unas de las gemas más populares ente las piezas de bisutería y de joyería de fantasía. Dependiendo de los materiales con los que se fabriquen, pueden tener diferentes formas: las que están hechas con piedras preciosas como el ágata o el cuarzo, o incluso con vidrio y acrílico suelen tener formas convencionales, por ejemplo, de corazón, diamante, elipse o rectángulo.
Por otro lado, los cabujones de materias artificiales y más fáciles de moldear, como el plástico y el metal, pueden tener prácticamente cualquier forma: abundan las flores, los búhos, los muñequitos, los moños, las estrellas y los corazones. Estos materiales también se prestan para ser decorados de otras maneras: se les incrustan pequeñas piezas brillantes, se dibuja sobre ellos, se les imprimen diseños o, en caso de ser de cristal, se insertan en ellos dibujos y fotografías. También hay cabujones tejidos, que tienen todo tipo de texturas y de colores. Sin importar sus materiales, su distintiva opacidad sigue inmutable. Son perfectos para convertirlos en colgantes o en anillos, o en la pieza central de una gargantilla.
Al contrario, los cabuchones de cristal, se dice, son como gotas que nunca se secan: son adornos transparentes y redondeados a los que pueden adherírseles fotografías que se aumentarán a través del cristal. El vidrio mantendrá la imagen intacta y resaltará sus detalles. Puedes pegar tu cabuchón en casi cualquier superficie. Además de los transparentes de cristal o de plástico, también hay una gran variedad de cabuchones con diseños, con texturas y de colores lisos. Como ver a través de una ventana, nuestro estilo se asoma a través del cristal de los cabuchones. En Es.Pandahall.com hay una amplia selección, así como un montón de bases y superficies para adherirlos. Los cabuchones también pueden usarse como camafeos, o pueden crearse con ellos llaveros, broches, botones y anillos. Son perfectos para iluminar la ropa o la piel y para darle un toque informal y divertido a tus bolsos y mochilas.
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