Como la vengo leyendo en sus interesantes aventuras con el nieto, creo que esta novedad le puede interesar.
Lo de la amapola ya fue, se ve que está muerta o ya es ángel o diablo en el más allá.
Una alternativa interesante es que en vez de sembrar amapola, siembre esa herbácea común de nombre inmortalizado en canciones infantiles llamado floripondio.
De nombre científico Datira Stramonium, se estaría agregando a la lista de drogas ilegales.
Parece que se ha descubierto que los floripondios no son tan inocentes como se piensa.
La fulana contiene alcaloides, contiene escapolamina, la famosa burindanga. Digo famosa porque es una palabra que muchos conocen como traducción de “juerga”, pero que pocos le daban como origen del término como una palabra real.
Burundanga: no me digan que no parece una palabra inventada por el personaje de Caloi, Clemente.
La busqué en el diccionario, y quiere decir todas estas cosas:
1. f. Ant. y Col. morondanga (‖ cosa inútil y de poca entidad).
2. f. Ant. y Col. morondanga (‖ enredo, confusión).
3. f. Col. Sustancia soporífera que se le administra a una persona para robarle.
4. f. P. Rico. Plato en que entran diferentes hortalizas.
5. f. R. Dom. disparate (‖ hecho o dicho disparatado).
Yo qué culpa tengo, eso dice el diccionario.
En definitiva, la Burundanga esa es una droga alucinógena, el efecto dura varios días dicen. El floripondio, por efecto de la literatura, viene a ser algo así como una droga legal, y algunos, inquietos por ello promueven prohibirla.
¿Se acuerda el piropo: “mi floripondio”?, bueno, ahora corre el peligro de ser mirado dudosamente cuando se refiere a su pareja con ese mote, aunque convengamos que es un apodo bastante acertado, ya que la planta provoca espejismos, alucinaciones, delirios, excitación emocional y episodios de violencia o demencia temporal, justo coincide con lo que provocan las minas.
También provoca secuelas como náuseas, problemas en las vías respiratorias, euforia y puede ser peligrosamente fatal.
Todo un compendio el floripondio. Quién lo iba a decir, por eso no hay que prejuzgar la estupidez de una planta sólo por el nombre.
Lo gracioso: es un yuyo fértil, se lo puede ver, lo más orondo (no me digan que no es un hallazgo literario: floripondio orondo), a la orilla de las vías de los trenes, es esa planta medio color celeste violáceo, color lavanda, tan común que nadie le presta atención.
También, como toda droga, pongámosle un crédito, se puede usar con motivos medicinales, aunque de este uso no tengo información.
En fin, planta falsamente inocente.
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