Para quien no lo sepa, las carillas son una especie de diente postizo que se pega en la parte frontal de los dientes naturales para mejorar sus aspecto, forma y color. Pero no todas las carillas son iguales. Si estás pensando en ponerte carillas, tal vez podrías pensar en las más sencillas, baratas y fáciles de colocar, las carillas de composite.

 

El composite es un material muy utilizado en las clínicas odontológicas para realizar reparaciones en los dientes de manera sencilla. Es el material que se ha usado tradicionalmente para realizar los empastes dentales, y también se puede utilizar para realizar carillas.

 

Las carillas de composite, a diferencia de las de porcelana se van "fabricando" directamente sobre los dientes. El odontólogo aplica cuidadosamente el composite y lo va moldeando y endureciendo poco a poco hasta conseguir el resultado adecuado.

 

Estas carillas suelen durar unos 4-5 años de media. Es un material resistente, aunque no tanto como la porcelana. Es posible que con el paso del tiempo y el uso de los dientes puedan desgastarse y en ese caso habría que cambiarlas si el dentista lo considera oportuno. De todas formas, con una buena higiene bucal y no realizar acciones traumáticas con las carillas, como morder huesos, cáscaras u objetos duros, es posible que incluso duren más tiempo.

 

Otra de las ventajas de estas carillas es que el precio del composite dental es más bajo que el de la porcelana, por lo que este tipo de carillas resulta más asequible para cualquier bolsillo al menos a corto plazo, ya que a largo plazo podrían ser más rentables las de porcelana, que tienen una duración mayor.