En la sociedad en la que vivimos, donde el culto a la imagen y los continuos avances de la tecnología hacen que cualquier pueda conseguir un físico espectacular, es muy común encontrarnos con algunos aspectos que las personas normalmente no tienen "de serie". En este artículo vamos a hablar de algo que llama especialmente la atención, que no es otra cosa que las Sonrisas Perfectas.
Las personas suelen tener dientes imperfectos. Es realmente raro encontrar a alguien con unos dientes blancos y perfectamente alineados de manera natural, aunque sólo tenemos que echar un vistazo a la televisión y ver que la gran mayoría de artistas, actores, modelos, etc. tienen sonrisas perfectas... ¿Acaso son unos favorecidos por la naturaleza? Ni mucho menos, simplemente se han puesto Carillas Dentales.
¿Qué son las Carillas Dentales?
Tal y como nos cuentan desde CarillasDentalesWeb, las carillas son unos trozos de material que simulan el diente y se pegan a los dientes naturales para que a la vista sean las carillas y no los propios dientes los que se vean.
El sistema es algo así como las uñas o las pestañas postizas, pero más "serio" en el sentido de que no se pueden quitar y poner tan fácilmente. Las carillas deben colocarlas los odontólogos y se quedan fijas de manera permanente, por lo que aquellas personas que las usan pueden olvidarse completamente de que las llevan puestas y hacer uso de su dentadura de manera normal.
Hay que señalar que aunque es un tratamiento estético que está muy de moda y que cualquier puede utilizar, en principio era (y sigue siendo) una técnica pensada para corregir defectos estéticos en la dentadura de los pacientes, entre ellos:
- Color: Las personas que tienen unas alteraciones de color muy profundas que no pueden solucionarse con un simple blanqueamiento, pueden optar por colocarse carillas con el color deseado y así solucionar el problema cubriendo los dientes afectados.
- Roturas: Las piezas dentales que han sufrido desgastes o roturas pueden cubrirse con carillas que tengan la forma deseada.
- Formas y tamaños: Igualmente, si los dientes tienen formas poco estéticas (hasta un cierto punto) pueden utilizarse carillas dentales para corregir esas formas o cambiar su tamaño en cado de que sean demasiado pequeños. También pueden cubrirse diastemas (espacios demasiado grandes entre dientes).
- Alineaciones: Los dientes deberían estar alienados al sonreír. Una dentadura con dientes grandes, pequeños, picudos y torcidos mezclados dejan una línea irregular en la dentadura. Las carillas conseguirán esa regularidad entre los dientes.
Eso sí, aunque las carillas puedan solucionar estos problemas estéticos, cabe matizar que NO van a solucionar ningún problema de salud bucal que pueda padecerse. Las carillas dentales únicamente tapan los dientes para que visualmente luzcan más bonitos, pero nunca van a arreglar una caries, por ejemplo.
¿Cuántos tipos de carillas hay?
Las carillas dentales no son todas iguales, sino que hay varios tipos. Entre las más utilizadas y conocidas podemos encontrar las de composite y las de porcelana, que se llaman así por el material en el que están fabricadas.
- Composite: Estas carillas están fabricadas con una resina muy parecida a la que se utiliza para realizar empastes dentales (composite). Se colocan aplicando pequeñas capas del material poco a poco sobre el diente, moldeándolo y endureciéndolo al instante. El composite es un material que se asemeja perfectamente al diente, por lo que se consiguen resultados muy naturales que no se notan para nada. Son las carillas más económicas y suelen durar entre 2 y 5 años de media. Son fáciles de reparar en caso de rotura y el dentista puede retirarlas fácilmente en cualquier momento en caso de necesidad, ya que es un proceso conservador y totalmente reversible.
- Porcelana: Las carillas de porcelana se fabrican en un laboratorio una vez tomados los moldes la dentadura del paciente. Antes de este paso, es necesario limar un poco el esmalte dental, reduciendo el tamaño de los dientes para poder compensar el grosor de las carillas, que se fijarán firmemente a los dientes posteriormente. La porcelana es más resistente y duradera que el composite (unos 15 años de media), por lo que estas carillas son más caras. Al ser necesario tallar el esmalte dental, este proceso es menos conservador, y como el esmalte no se recupera, los dientes naturales quedarán reducidos de por vida, por lo que el paciente deberá llevar siempre carillas, siendo un proceso irreversible.
Además, hay otras marcas comerciales de carillas que tienen unas características que las hacen especiales, como es el caso de las carillas Lumineers, que son carillas de porcelana ultrafina que no requiere tallar el esmalte dental para colocarse.
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