La cadena del frio es el conjunto de pasos y procesos de
temperatura controlada por los que un producto llega al consumidor. Si la cadena
del frio no se altera, se garantiza que el producto se ha mantenido dentro de
unos márgenes de temperatura adecuada en todas las fases: producción,
almacenamiento, transporte y venta.
Las cadenas de frio están presentes en la distribución de
alimentos, de productos farmacéuticos y de productos químicos. Dependiendo del
producto que se trate la horquilla de temperaturas puede variar. Por ejemplo, en
la industria farmacéutica las temperaturas permitidas van desde 2 hasta 8 grados
centígrados.
En todo el mundo, en las cadenas de frio, el poliuretano
forma parte fundamental en los elementos de transporte, almacenaje y
distribución. Su uso se ha extendido porque la conservación de alimentos es algo
cada vez más importante por una población mundial en constante crecimiento. Y
desde tiempos antiguos, la mejor manera de conservar alimentos es enfriándolos y
manteniéndolos fríos (o congelados) durante su transporte y distribución. Este
enfriamiento y/o congelación requiere energía y consumo de combustible, y además
provoca contaminación y degradación del medioambiente.
Si esta refrigeración sólo hay que realizarla una vez, y
luego se mantiene a lo largo del tiempo, conseguiremos ahorro energético y
actividades más respetuosas con el medioambiente. Aquí es donde el poliuretano
se erige en rey. Su versatilidad y sus propiedades físicas y aislantes le hacen
estar presente en todas las fases de la cadena del frio, y en una cantidad
abrumadora respecto a otros materiales.
El poliuretano tiene el índice de conductividad térmica más
bajo de todos los materiales aislantes. Permite por lo tanto unos ratios de
aislamiento muy elevados con espesores más pequeños. Maximiza y optimiza por lo
tanto el espacio de transporte. El panel
sándwich (estructura formada por un núcleo de poliuretano entre dos planchas
metálicas) está presente en carrocerías de camiones, en almacenes frigoríficos y
en refrigeradores.
En la llegada del producto a distribución, el poliuretano y
los paneles sándwich también están presentes en las vitrinas refrigeradas de los
supermercados, y en los frigoríficos domésticos de nuestras casas.
En definitiva, es un material indispensable para un
desarrollo sostenible. Gracias al poliuretano podemos disfrutar día a día de
alimentos o medicinas en perfecto estado de utilización, refrigerados de forma
eficiente y con todas las garantías.
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