Los métodos de construcción de hace 30 o más años, basados en el hormigón, están sufriendo con el paso de los años de problemas de corrosión de sus estructuras de acero.
También hace 30 años o más, había mucho menos tráfico. En la actualidad el tráfico es tal que no se puede permitir su interrupción habitual, por lo que el uso de sal para la limpieza de viales es habitual. Los gases de escape de los coches también debilitan las estructuras, son todos productos agresivos que penetran en el hormigón.
Llega un momento que se hace necesaria la reparación, con la consiguiente clausura total o parcial de la estructura, provocando unos gastos que muchas veces superan a los de la propia reparación en sí. Esta reparación debe hacerse entonces con unos objetivos muy claros dado su elevado coste e impacto: durabilidad, integridad estructural y fácil mantenimiento.
Las opciones más habituales para estas renovaciones suelen ser tres: el acero al carbono, el reforzamiento recubriendo con epoxy y el reforzamiento de acero inoxidable. El primero tiene como ventajas un coste bajo, pero una serie de desventajas importante (se corroe, necesarios exámenes periódicos, deterioro progresivo de la cubierta, necesarias interrupciones para su mantenimiento). Aproximadamente cada 25 años puede ser necesaria una reparación de la estructura.
El segundo tiene un coste inicial más alto y soluciona en parte el problema de la corrosión, aunque esta puede llegar a producirse localizada por defectos en el traslado o colocación de las piezas de recubrimiento. Otro problema de este método es el desplazamiento de los revestimientos si no quedan correctamente colocados. La revisión de estos desplazamientos o de estas apariciones apariciones puntuales de corrosión deberían hacerse también aproximadamente cada 25 años.
El tercer método tiene el coste inicial más alto, aunque a cambio el acero inoxidable es muy resistente a los agentes degradantes citados, totalmente resistente a la corrosión y sin necesidad de mantenimiento posterior.
El acero inoxidable es un material con usos cada vez más claves en nuestra sociedad. Infraestructuras importantes de nuestras ciudades como puentes se benefician de sus características. La construcción con acero inoxidable es más eficaz y rentable económicamente y en tiempo. |