El sebo es muy importante para la salud del cuero cabelludo, ya que protege la piel de agresiones. La producción de grasa capilar puede ser adecuada, insuficiente o excesiva.
El exceso de sebo en el cabello genera lo que se conoce como cabello graso. Se puede deber a factores internos, como la genética, el desequilibrio hormonal y el estrés; o, a factores externos, como el consumo de medicamentos, o el mantenimiento de hábitos inadecuados de limpieza.
El cabello graso provoca sensación de suciedad, picazón y un aspecto apelmazado. Si no se cuida de forma correcta, puede derivar en problemas como la dermatitis seborreica.
Utiliza productos adecuados para tu tipo de pelo
Los productos capilares naturales son creados con sustancias específicas para cada tipo de cabello. Por lo tanto, es necesario usar un champú natural pelo graso que tenga ingredientes que regulen la producción de sebo.
Hay opciones con lima, pomelo, berdana, jengibre, romero, tomillo, menta, caléndula, ortiga y té verde; que actúan como purificantes. Al momento de elegir un buen champú para cabello graso es importante verificar que no posea sulfatos, parabenos, petrolatos o siliconas, ya que pueden ser contraproducentes.
No apliques el acondicionador cerca de la raíz
El champú natural se debe aplicar en el cuero cabelludo. El acondicionador, las mascarillas y todos los productos para estilizar el cabello se tienen que utilizar lejos de la raíz, es decir, de medios a puntas.
Lava tu cabello con agua tibia
La temperatura del agua es un factor clave al momento del lavado. El agua fría no sirve para retirar el exceso de sebo y el agua caliente favorece la secreción de grasa, al mantener los poros abiertos. El cabello graso se debe lavar con agua tibia, ya que esta temperatura es suficiente para remover la suciedad.
No toques demasiado tu cabello
El contacto con el cuero cabelludo activa las glándulas sebáceas y genera mayor producción de grasa. Por lo tanto, hay que secar el cabello con toalla y sin frotar, evitar el exceso de cepillado y no manipular demasiado al momento de peinarlo.
Es aconsejable días alternos. Hacerlo a diario puede generar más sebo por la estimulación de las glándulas, y lavarlo poco produce obstrucciones en los poros que tienen como resultado el debilitamiento del cabello y su caída.
Además de una buena rutina capilar, los profesionales suelen recomendar un régimen alimenticio sin exceso de grasas saturadas. Se sugiere evitar productos embutidos, margarinas y alimentos procesados de alto valor calórico que aumentan la secreción de sebo. Y, muy importante, debemos usar champús, mascarillas y acondicionadores naturales.
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