Algunas personas opinan que las personas que opositan son héroes y heroínas. Lo cierto es que, aunque en realidad no lo sean, ya que ante todo son personas perseverantes que saben que una plaza de por vida puede solucionarles la vida, sí que es admirable el hecho de perseverar, a menudo durante años, hasta conseguirlo, y sin rendirse ni una vez por mucho que haya épocas en las que hace falta desconectar y descansar de la rutina de estudio. Por otro lado, es importante señalar que quienes no se rinden, muchas veces no lo hacen precisamente porque han sido astutos y ordenados a la hora de establecer un plan a largo plazo. Ese plan bien puede ser el estudio individual y autónomo, muy común, o matricularse en academias de oposiciones presenciales y online, también bastante popular. Sin embargo hay una solución intermedia que, por serlo, es también muy flexible: los preparadores.
En el ámbito de la docencia, por ejemplo, encontramos desde un buen preparador de oposiciones en orientación educativa, es decir, según las habilidades comunes que todo buen docente debe tener, hasta aquellos que se especializan por materia. Exactamente igual a como suelen ser los exámenes en materia educativa. Las ventajas principales de contar con la ayuda de un preparador son, por un lado, que eliminamos el factor de riesgo de perdernos en un maremágnum de teoría y apuntes si decidimos estudiar por nuestra cuenta; y por otro, que contamos con la formación experta de una academia, pero mucho más versátil, pues nuestro profesor, sea un preparador de oposiciones para latín o para cualquier otra potencial asignatura, se centrará sobre todo en nosotros y nos ayudará en función de nuestras prioridades y puntos fuertes.
Por otro lado, los preparadores, evidentemente, nos ayudarán a preparar específicamente unas oposiciones, lo que implica saber prever hasta cierto punto las preguntas que caerán en los exámenes y lo que en definitiva se nos exigirá. Pero también nos ayudarán a refrescar conocimientos básicos de aquellas materias en las que ya nos hemos especializado. Así, con un preparador de oposiciones en lengua y literatura refrescaremos corrientes literarias o sintaxis. Son, sin duda, útiles.
|