Podemos adornar nuestro hogar de mil maneras diferentes. Las más sencillas consisten en comprar objetos decorativos de toda clase, o muebles que, además de prácticos, sean bonitos y hogareños. Sin embargo, a menudo necesitamos que nuestro hogar tenga algo más que objetos materiales. Queremos que respire vida. En ese sentido, qué mejor manera de conseguirlo que colocar macetas de flores y plantas de temporada en la terraza o, en caso de no tenerla, en los alféizares de las ventanas, en particular aquellas en las que incide suficiente luz solar. De todos modos, si optamos por esta bonita alternativa, debemos saber que no basta con la luz solar. Los cuidados son, como con cualquier otro ser vivo, cruciales, y más en el caso de unos seres que no gritan ni manifiestan de maneras muy evidentes sus necesidades, sea en cuanto a luz y agua, sea en materia de nutrientes.

Los nutrientes, por ejemplo, que en el caso de la jardinería adoptan la forma de fertilizantes ecológicos, son a menudo la necesidad más básica que puede tener la semilla que plantemos. El agua es necesaria, sí, pero puede perjudicar a nuestra planta o flor tanto por ausencia como por exceso. La luz, es importante fundamentalmente en las especies de verano, o en aquellas que no crecen en sombra o semisombra. Nada de todo esto lo sabríamos, claro está, sin aprender primero al respecto. En internet hay blogs especializados, y en las bibliotecas todo tipo de manuales, que nos pueden ayudar a adquirir la teoría básica sobre el cuidado de plantas que después aplicaremos con criterio en casa, empezando por la elección de un buen abono orgánico ecológico.

Otras opciones son más dinámicas y directas, y bien puede ser preguntar a jardineros profesionales.  Los encontraremos también en internet, quizá en foros de jardinería y urbanismo, pero también al frente de muchas de esas tiendas especializadas en las que, de rebote, podemos adquirir el abono ecológico recomendado por la persona experta. En cualquier caso, una vez hemos pulido nuestros conocimientos básicos y desde que tengamos a nuestra disposición las herramientas y el material, podemos empezar a plantar flores.