En el mundo ajetreado de la actualidad, y específicamente en el ritmo frenético de las ciudades, lo que necesitamos las personas es sentirnos seguros y a salvo; tanto en nuestro propio hogar, que no deja de ser el espacio privado más importante de todos, como en nuestro lugar de trabajo. Si dicho trabajo es, además, una empresa propia, quizá un local familiar o de barrio, esa necesidad de protección se vuelve todavía más acuciante. Por eso, a la hora de establecer el primer presupuesto de inversiones para un negocio si estamos en la situación de estrenarlo, siempre debemos incluir un apartado destinado a la seguridad. Esto, por supuesto, incluye puertas metálicas y automatizadas, alarmas y, cómo no, la instalación de cámaras de seguridad.
Todos los elementos señalados son igualmente importantes y por eso no debemos elegir solo uno, sino todos, ya que se complementan entre sí. No obstante, algo tiene la videovigilancia en concreto que, en muchos casos, ofrece a la persona una mayor sensación de seguridad. Tal vez se deba a que las cámaras de vigilancia analógicas, o también los modelos digitales más modernos, en general todas, se caracterizan porque registran visualmente el entorno. Si entran en nuestra tienda de noche a robar, la incertidumbre respecto a quién ha sido quizá no nos deje dormir; pero si hemos tenido el buen tino de instalar una cámara estratégica, o quizá más, estaremos convencidos de que, por lo menos, podremos ver a la persona que entró y lo que hizo.
Hay, por tanto, una diferencia sustancial que define de manera concreta a la videovigilancia. Por eso en la actualidad, además de tiendas especializadas en seguridad de viviendas y empresas, podemos encontrar servicios mucho más específicos y cien por cien destinados a la venta de modelos de captación visual de todo tipo. Desde las mencionadas opciones analógicas, siempre útiles y rentables, hasta, por ejemplo, las cámaras de vigilancia IP, modernizadas y acreedoras de una serie de funciones extra que perfeccionan y mejoran sustancialmente la labor de vigilancia. Si bien cualquier cámara, digital o analógica, cumplirá con su cometido y nos proporcionará la siempre deseada protección.
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