Ya tengamos intención de comprarnos algo o sencillamente mirar, a todos nos encanta visitar tiendas de ropa y complementos. Ver moda de toda clase, de invierno o de verano, y tal vez salir de allí con un traje o un vestido. Sin embargo, esta forma de ocio legítima, ahora más bien llevada a cabo a través de tiendas online con el fin de protegernos de la persistente pandemia de la COVID-19, es completamente diferente cuando lo que queremos es comprar un vestido de novia a medida o comparar trajes de novio que luego la sastrería confeccionará de manera única solo para nosotros.
Salir a cenar, a dar un paseo, al cine o a visitar a un familiar son acciones sociales cotidianas de la vida. Lo eran antes de la pandemia, al menos, y lo volverán a ser cuando las cosas vuelvan poco a poco a la normalidad. Sin embargo, una boda solo ocurre una vez en la vida, al menos en teoría. De hecho, aunque nos casemos varias veces a lo largo de nuestra vida, todas y cada una de esas veces son diferentes, especiales, y marcan en todos los casos un hito inolvidable en nuestra existencia.
Es normal, por tanto, que queramos acudir a una sastrería a medida para que el atuendo que llevemos en ella o en ellas sea igual de especial e irrepetible. No obstante, no solo la novia tiene derecho a lucir despampanante en un día tan especial, al igual que en la actualidad, un presente en el que la moda nupcial es mucho más libre, no es obligatorio casarse de blanco o con falda larga. Este cambio de paradigma también ha permitido una explosión en la moda de los trajes de novio a medida, que ya no son todos iguales, todos oscuros y todos insípidos y cortados por el mismo patrón.
De hecho, que existan colecciones especializadas solo en novios ya nos da una idea de cuánto ha cambiado la ropa masculina en materia de bodas. Novias y novios, en definitiva, tienen la misma posibilidad de conseguir trajes únicos, coloridos y preciosos para sus nupcias.
|