Por suerte para nosotros, como personas normales y corrientes interesadas en adquirir un derecho tan básico y esencial como una vivienda, vivimos en inmersos en el auge de la Sociedad de la Información. Este nuevo paradigma socioeconómico ya sabemos que no ha surgido de la nada, sino que es consecuencia de la aparición de internet, la plataforma informativa y comunicativa a nivel global que revolucionó nuestros modos de vida desde el mismo momento en el que su influjo se extendió al ámbito doméstico. Por añadidura, somos afortunados de que una crisis sin precedentes como la pandemia del COVID-19, con su confinamiento, haya ocurrido en esta época.

Pero, sin irnos por las ramas, estábamos hablando de una vivienda. Y es que, en la actualidad, si queremos obtener información relativa a cómo comprar un piso sin ahorros, o qué opciones financieras tenemos a nuestro alcance, o qué políticas y ayudas podemos solicitar a nuestros respectivos gobiernos, no tenemos más que buscar la respuesta en internet. De igual modo, si las respuestas que encontramos no nos aclaran las dudas y tenemos la necesidad de recurrir a la ayuda experta de asesores financieros, la red de redes también nos ayudará a encontrar intermediarios hipotecarios en nuestra área geográfica con sorprendente facilidad.

Incluso, si tenemos planeado cambiar de banco porque no nos convence el procedimiento ni exigencias específicas del actual, toda la información que tenga que ver con la transición, la baja de la cuenta bancaria y el alta en la nueva entidad, etc., está también a una búsqueda rápida de distancia en internet. De tal manera que averiguar de qué forma podemos pedir hipotecas sin ahorros puede convertirse en un mero trámite que hagamos tranquilamente desde casa, tal vez incluso descansando en la cama o en el sofá, e indudablemente en cuestión de minutos.

Hemos aprendido de una manera tan evidente a asimilar el uso de internet como una constante en nuestra vida diaria, que no percibimos la falta que nos hace. La percibiríamos sin internet, cuando adquirir información sobre vivienda fácilmente sería una acción complicada de ejecutar. En la red, hay de todo.