Podemos aprender mucho sencillamente acudiendo a una pastelería industrial de Madrid, sobre todo si nos gusta la repostería. Es en estos espacios donde vemos el talento desatado de los reposteros y las reposteras profesionales. En cualquier escaparate de estos locales podemos ver tartas de cumpleaños infantiles hechas con fondant, todas ellas variadas y creativas: galletas de todas las formas, de todos los tamaños y de todos los sabores; crepes, tortitas y helados con formas ingeniosas, y un largo etcétera.
Además, cualquier fábrica de pastelería que se precie, sabe adaptarse a las efemérides o fechas señaladas. No es lo mismo entrar en una pastelería industrial en marzo, donde veremos creaciones de repostería originales y apetitosas, pero más bien comunes, que hacerlo en octubre, cuando se acerca Halloween. Es el mes de los pasteles de calabazas, de las galletas con glaseado en forma de fantasmas, de los ojos saltarines de chocolate y en general de las chucherías propias de la época. Es, por tanto, una fecha ideal para aprender repostería temática de monstruos y películas de terror.
Lo mismo ocurre si acudimos en Navidades, una época que no solo abarca diciembre, sino buena parte de noviembre y, por supuesto, principios de enero. Es sobre todo la primera semana de enero cuando, al acudir a cualquier pastelería de Madrid, podemos apreciar roscones de Reyes de todos los sabores y de todas las clases. Atrás queda la época en la que solo se comercializaban los roscones familiares de nata. Ahora, se pueden conseguir de trufa o de chocolate, con o sin fruta escarchada, pequeños para una sola persona o gigantes para familias numerosas, etc.
¿Y qué sacamos nosotros de irnos regularmente a una pastelería a apreciar y degustar estas creaciones? Primero, regalar nuestra vista con obras maestras culinarias, y también nuestro paladar; y segundo, pillar ideas para probar nosotros en nuestras casas a elaborar algo parecido a lo que solemos ver en estas pastelerías. Sean industriales o artesanales, las pastelerías son locales que gustan a todos, ideales para celebrar nuestras fiestas o simplemente para merendar una riquísima porción de tarta. Es muy importante protegerlos.
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