La historia de la psicología es fascinante. En sus orígenes debemos remontarnos, en realidad, a los tiempos de la filosofía clásica, que entonces era casi un cajón de sastre para reflexionar sobre la vida y la naturaleza humana, y para hacer experimentos científicos o de protociencia. Con el tiempo, y especialmente con la llegada del empirismo y el nacimiento de las ciencias modernas en el siglo XIX, la psicología comenzó a ganar entidad propia. Entonces aparecieron las teorías de los llamados grandes pensadores de la psicología, como el psicoanálisis de Sigmund Freud, o la psicología junguiana o analítica de Jung.
La evolución de la psicología desde entonces hasta la actualidad ha sido ascendente. Hoy en día es una ciencia respetada, si bien hay ámbitos concretos, como la psicoterapia, que necesitan ser pulidos. El tabú que han arrastrado durante muchos siglos los trastornos mentales y el capacitismo sobre el cual se construye nuestra sociedad ha imposibilitado que dichos trastornos hayan sido estudiados y analizados con la minuciosidad con la que son necesarios, ya que ese es el único camino para que se desarrollen terapias efectivas,
No obstante, la psicología como ciencia en sí tiene muchos otros ámbitos de actuación, entre ellos la enseñanza y la investigación. Ambos caminos beben mucho de la historia de la psicología, y es por eso que, por ejemplo, podemos encontrar sitios web como el de Sepa, un portal que estudia las teorías junguianas para seguir desarrollándolas, debatir y dialogar sobre ellas, y poder encontrar una aplicación de las mismas que sea realmente útil en la actualidad. Sin ir más lejos, la sociedad junguiana en España está plenamente capacitada para hacer estudios de los arquetipos junguianos en relación con la antropología, que estudia las civilizaciones antiguas o actuales.
La psicología actual es, por tanto, una ciencia todavía en crecimiento, pero ya absolutamente independizada de otras con las que fue a remolque en el pasado, como la filosofía. Aun así, desde la perspectiva psicoterapéutica sigue siendo un ámbito médico que cada vez cobra mayor relevancia, y es muy necesario para mejorar la calidad de vida de las personas.
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