Vivimos en una realidad material en la que la creación de la mayoría de recursos que obtenemos, como ropa, comida o entretenimiento, están automatizados. Esta automatización trae consigo ventajas relativas al ahorro de tiempo y de dinero, pues todo se crea y elabora de manera mucho más rápida, a gran escala y reduciendo mucho los costes finales. Sin embargo, las personas no estamos creadas para adaptarnos a esta uniformidad estable en cada momento de nuestra vida, y hay ocasiones, en las que solo deseamos obtener algo especial, algo único, a cualquier precio. Algo tan único como nuestra boda. Por esa razón existen las boutiques de trajes a medida.
Si alguna vez hemos visitado una boutique, ya sea para planificar nuestra propia boda, para obtener un traje de dama de honor o de invitado a la ceremonia de nuestro mejor amigo, o simplemente, por curiosidad, habremos visto que los trajes confeccionados para la novia inundan la mayor parte del espacio y, por supuesto, todos los escaparates. Hoy en día, por suerte, eso está cambiando, y lo percibimos sobre todo navegando en internet. Haciendo una búsqueda rápida en Google podemos encontrarnos también con negocios que se dedican, no ya en un porcentaje equitativo a confeccionar y vender trajes de novio, sino a crearlos y ofrecerlos en exclusividad.
Esto significa que, en nuestra sociedad, y por fortuna para la diversidad, estamos empezando a crear la conciencia de que los novios también tienen derecho a experimentar felicidad y plenitud en el día de su boda, y a tener unos gustos estéticos en cuanto a vestimenta que vayan más allá del tradicional traje negro. Los novios ataviados de verde, de azul o de púrpura, luciendo flores y filigranas doradas y plateadas en los puños de sus chaquetas, ya no son raros de ver; como tampoco es extraño que existan las sastrerías a medida en Barcelona o en cualquier otro lugar de España.
Si existen, es porque hay un mercado creciente de hombres que no consideran que su masculinidad corra peligro por el mero hecho de vestir con elegancia, o vivir con alegría el día de su boda.
|