Las grandes ciudades, con su ir y venir por calles abarrotadas de gente y de coches, nos genera estrés y ansiedad, dos de los males de nuestra sociedad. Pero ¿qué podemos hacer? podemos hacer varias cosas para remediar, poco a poco, las consecuencias directas de una vida llena de tareas y prisas. Los pequeños pasos que vayamos dando, nos ayudarán a alejarlos de nuestra vida.
Tomarte tu tiempo para relajarte, solo 5 minutos, puede bastar; dejar de pretender que podemos llegar a todo, planifica y deja los asuntos que no son urgentes para hacerlos en otro momento, otro día; practica ejercicios o paseos al aire libre, el contacto con la naturaleza, nos ayuda a sentir la paz que necesitamos.
Y ya que hemos hablado de naturaleza ¿qué te parece si hacemos un huerto urbano? Es una actividad que trae muchos beneficios, cuidar nuestro huerto, nos relaja y, además, ganaremos en salud, la utilización de abonos orgánicos ecológicos, libres de sustancias químicas, nos surtirá de alimentos totalmente naturales, pepinos, tomates, lechugas, verduras, hierbas aromáticas...
La instalación y el mantenimiento de un huerto urbano es sencillo, tan solo necesita de unos cuidados esenciales , cuidados que nos sirven para relajarnos. Además, no hay nada más placentero que ver crecer lo que nosotros hemos plantado con nuestras propias manos.
Lo primero es llenar un contenedor de tierra, tierra orgánica y suelta, si la amontonamos demasiado va a complicar el crecimiento de las semillas; lo segundo, y muy importante, es nutrir la tierra mediante abonos y fertilizantes ecológicos. El riego debe hacerse prácticamente a diario para mantener la humedad.
Al tratarse de espacios limitados, no podemos pretender plantar sandías o calabazas, por ejemplo, lo más adecuado sería cultivar tomates, pepinos, lechugas, hierbas aromáticas, e incluso, podemos atrevernos con unas fresas. Pero, insistimos, la utilización de abonos orgánicos ecológicos para nutrir la tierra de los huertos urbanos, dará como resultado frutas y verduras que tienen sabor y olor; frutas y verduras ecológicas y cultivadas por nuestras propias manos. Una actividad, en definitiva, que nos acerca a la naturaleza, nos aleja del estrés y nos produce muchas satisfacciones.
Lo ecológico gana terreno a lo artificial y químico. Y nosotros con nuestra pequeña aportación y el uso de abonos y fertilizantes ecológicos, estamos contribuyendo a un planeta más sano. La elaboración de abonos químicos produce una gran cantidad de sustancias nocivas para el medioambiente. Con los abonos ecológicos, no hay daño para la atmósfera y nuestra salud, lo agradecerá.
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