Cada vez es mayor el número de compradores que se animan a comprar una casa antigua para restaurarla. De esta manera, la distribución, el diseño y la decoración, son a gusto del comprador. Además, ver el resultado final, después de haber hecho todas las obras necesarias para su rehabilitación, es muy satisfactorio.
En una reforma o una rehabilitación de un edificio, en este caso de una vivienda particular, todas las partes que conforman la construcción son importantes para garantizar su estabilidad y un perfecto estado del inmueble, evitando así, problemas en el futuro. La rehabilitación de la fachada es una cuestión práctica que garantiza un buen aislamiento térmico y acústico, pero también es un factor estético que añade belleza a la vivienda porque es lo primero que vemos.
Y cabe una especial mención, las rehabilitaciones de cubiertas, los tejados son una pieza clave para los edificios. Una reforma adecuada y un mantenimiento periódico, facilitarán que el estado de conservación de la vivienda sea el idóneo.
Las cubiertas o techos de estas casas, suelen tener agujeros, tejas rotas, lugares por los que, irremediablemente, se cuela el agua procedente de las lluvias. Y, ya todos sabemos, que la filtración de humedades a una vivienda es un problema grave. Los muros y paredes de la casa, se ven afectados por la presencia de moho, una sustancia altamente nociva para la salud, máxime si la vivienda va a ser habitada por personas mayores y niños.
La única forma de evitar este grave problema es proceder a la rehabilitación de cubierta a la mayor brevedad posible. Y la mejor forma de llevar a cabo las rehabilitaciones de cubiertas es, mediante el tratamiento de las mismas, con materiales aislantes que eviten las filtraciones de agua, así como la realización de obras que desvíen el agua de lluvia. De esta manera, el tejado será más seguro y durará en perfecto estado durante mucho más tiempo.
Es recomendable, que una vez se concluye con la rehabilitación del edificio, se lleven a cabo revisiones periódicas anuales con el fin de detectar cualquier pequeña avería que se produzca; con este sencillo gesto, evitaremos daños mayores, más graves y más costosos.
Por lo demás, si somos de esos compradores de casas antiguas que disfrutan con las reformas, mucha suerte con su adquisición y vivan su sueño de vivir en la casa que siempre desearon. Las casas de antaño tienen algo especial que no tienen las de nueva construcción.
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