Hay un motivo por el que los grandes clásicos de la literatura de ficción se acaban convirtiendo en grandes clásicos de la literatura de ficción. Bueno, más que un motivo, varios, y en ocasiones depende mucho del contexto histórico y del género de la novela, la poesía o el teatro en cuestión. Sin embargo, todos ellos tienen una piedra angular en común: hablan de cosas que trascienden las épocas. A mí me gusta poner siempre el mismo ejemplo porque me parece ideal: El Señor de los Anillos. Esta obra nació a mediados del siglo XX y fue leída por multitud de jóvenes que en mentalidad, y precisamente porque la época que les tocó vivir es diferente a la nuestra, no tienen nada que ver con los jóvenes de hora, ni tampoco con los que fueron jóvenes en los 70, en los 80 o en los 90. Aun así, se trata de una trilogía que cada generación crea nuevos adeptos. Será por un motivo, ¿no?

«Las películas, las películas popularizaron la saga». Bueno, sí, no podemos quitarle mérito a Peter Jackson, pero este fenómeno ya se daba antes de sus tres películas. No, el motivo es que los valores éticos que presenta la obra, así como la eterna y dual lucha entre el bien y el mal, fascinan en cualquier era, porque son algo muy real. En cuanto a los valores éticos, está el respeto hacia el medioambiente, fundamentalmente. De hecho, los ents representan como nadie la lucha contra la deforestación. ¿Sirve eso para concienciar mentes? Bueno, teniendo en cuenta que existen las empresas de compra de palets que luchan constantemente para salvar la madera de nuestro entorno, yo confío en que sí. Es más, si buscan más información en http://www.reciclajesraso.com, verán que el reciclaje de madera está muy en boga y que la compraventa de palets es uno de los negocios más ecológicos que existe hoy en día.

Quiero pensar que estos clásicos de la literatura que conciencian sobre la importancia de preservar la naturaleza tienen, en parte, algo que ver. Quiero pensar que las grandes historias no solo divierten.