La literatura de Tolkien y mucha literatura fantástica nos han inculcado que el respeto al medio ambiente y a nuestros bosques es algo esencial, y esa tendencia no ha hecho sino ir in crescendo con el paso de los años. El porqué no es ningún misterio: a medida que las urbes crecen, la flora y la fauna es destruido, y el calentamiento global amenaza a la humanidad todavía más, también aumentan los movimientos ecologistas y la concienciación hacia el valor natural de nuestro mundo. No obstante, las fábricas siguen ahí, talando árboles y transformando la madera en caprichos innecesarios, como las ediciones de lujo de un DVD; que, por muy bonitas que sean, podrían serlo también si se hicieran de materiales que sí pueden reciclarse y que no afectan en absoluto al medio ambiente. Aun así, también en cuanto a la conservación de la madera existen servicios como el de la compraventa de palets, e internet ofrece más información en webs de interés, como Reciclajes Raso, para quien quiera dejar la ignorancia a un lado de verdad.
Y es que reciclando y comprando palets, el consumidor habitual de productos con madera puede aportar un granito de arena a esto de la restauración de los bosques, puesto que lo que hacen estos profesionales es, ni más ni menos, que reutilizarla, contribuyendo así a que descienda la tala masiva de árboles. Algunos puede que lo vean como un capricho innecesario y alarmista, pero seguramente sea gente demasiado acostumbrado a los árboles de hormigón de las grandes ciudades como para querer pararse a pensar en el valor irrecuperable de cada árbol que se tala. Un árbol es fuente de vida, un árbol alberga otras formas de vida y contribuye a que los propios seres humanos puedan respirar mejor; y, sin duda, un servicio como el de la compra de palets puede ayudar a que cada vez haya más árboles y se replanten, por ejemplo, zonas taladas o deforestadas tiempo atrás.
Insisto: deberíamos ponernos de vez en cuando en la piel de todos esos organismos que, aunque no se parecen a nosotros, sí están vivos.
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