Hay quien dice que cogerse un año sabático es bastanta relajante y te permite centrarte en otras cosas útiles para la mente y el cuerpo, como viajar o dedicar el tiempo libre a ver clásicos del cine o leer literatura de otros siglos. Yo pienso que, en la teoría, eso es maravilloso, y nos hace a todos desear con doce meses de libertad solo para nosotros; no obstante, en la práctica eso rara vez sucede, y el motivo es muy sencillo: no tenemos dinero. Es más, tenemos que trabajar para tener dinero, y no tenemos la opción de cogernos un año entero de vacaciones si, como mínimo, no hemos tenido el ojo de ahorrar durante muchos meses.
Lo mismo ocurre si, por ejemplo, tenemos la genial y loca idea de usar nuestros treinta días de vacaciones de ley (con suerte) de vacaciones, para hacer lo que queramos durante ese tiempo. ¿Y si queremos hacer una escapada, por ejemplo? ¿Y si queremos organizar una convención de lo que sea con nuestros amigos? Si es que es triste decirlo, pero el dinero mueve el mundo y nuestra vida se mueve con él, como los planetas orbitando alrededor del sol. Es poético decirlo así, pero terrible; sobre todo porque el sol nos recuerda demasiado al oro. En fin, por suerte, si buscamos más información en internet siempre podemos dar con soluciones útiles; como, por ejemplo, la web de Dinerito Ahora.
Si pulsan ahí para visualizar esa web, se darán cuenta de que existe el mágico mundo de los minicréditos online, lo que nos permite solucionar el pago de ciertas cosas de no poco dinero, pero tampoco multimillonario. Es decir, gracias a esa solución podremos afrontar gastos inmediatos que no podríamos pagar de otro modo; a menos que, como dije antes, ahorremos. Pero algunos de esos pagos no nos dan tiempo de ser previsibles. ¿Un viaje inesperado con unos amigos? ¿Uno de trabajo a una feria internacional que nos permitirá aprender muchas cosas pero que la empresa no puede pagar? Lo dicho: para ese tipo de gastos, los créditos online son lo mejor que hay.
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