Los dulces siempre forman parte de momentos felices e inolvidables a lo largo de nuestra vida. Las tartas el día de nuestra boda o en el día de la primera comunión de nuestros hijos, en los cumpleaños, aniversarios... todas aquellas situaciones en las que tenemos algo importante y emotivo que celebrar, hace su aparición esa gloriosa tarta que no solo nos alegra la vista con sus colores y sus figuritas sino que también alegra nuestro olfato con ese olor a fresa o chocolate o limón y, por supuesto, a nuestras glándulas salivares, poco a poco vamos sintiendo que la boca se nos hace agua y que estamos deseando que llegue el momento de clavarle el diente y dejarnos envolver por su exquisito sabor.
Una fábrica de pastelería y un buen equipo humano (http://www.productosluque.es) que cada día se afana por elaborar desde los dulces que acompañan nuestro café con leche o cola cao por las mañanas, las galletas para la merienda de los niños o los bocaditos dulces o salados para una reunión entre amigas hasta las majestuosas tartas de boda personalizadas, únicas para un día único, un momento inolvidable en el que los dos al unísono cortan el primer trozo de la tarta que van a compartir con todos los invitados al enlace, familiares y amigos saborearán ese juego de sabores, aromas y olores que brindan por una vida en común llena de felicidad y ojalá que para siempre.
Las navidades ya están a la vuelta de la esquina, parece que fue ayer cuando celebrábamos la entrada del 2015 y ya ha pasado todo un año, parece que fue ayer cuando los reyes visitaron nuestras casas y las llenaron de juguetes para los más pequeños y de ilusiones y esperanzas para los más mayores, parece que fue ayer cuando compartimos el exquisito roscón de reyes, impacientes por saber en qué trozo iba la figurita y en cual estaba el haba que obligaría a quien lo encontró a pagar el próximo roscón.
Si es cierto, siempre hay un dulce que comparte un momento especial con todos y cada uno de nosotros, así que brindemos por ellos y porque nos sigan acompañando siempre.
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