Todos estamos de acuerdo en que los relojes de lujo, ya sea un reloj Cartier, o un reloj Rolex o Patek Philippe, son auténticas obras de arte, son un regalo para los ojos, un auténtico privilegio para lucir en nuestra muñeca. Sus diseños exclusivos, el mimo en sus más mínimos detalles, sus materiales de alta calidad, su maquinaria perfecta que mide el tiempo a cada décima de segundo... los convierte, para los amantes de la perfección y el lujo, en un inestimable objeto de deseo.
Supongamos que tenemos un reloj Cartier y queremos venderlo, bien porque necesitemos el dinero y, muy a pesar nuestro, no nos quede otra salida que desprendernos de él, bien porque queramos vender ese modelo antiguo para comprarnos otro más actual o por, sea el motivo que sea, lo que pretendemos en todo momento es lograr una excelente tasación o digamos, por lo menos, una valoración justa tanto para el vendedor como para el comprador. Si nos encontramos en esta situación, podemos acceder a internet y buscar empresas dedicadas a la venta y compra de relojes Cartier de segunda mano (http://www.comproreloj.es) y comparar las valoraciones que nos ofecen dichas empresas con el objeto de venderlo al mejor postor. Eso sí, debemos de poner especial cuidado en negociar solo con aquellos comercios que nos ofrezcan la seguridad total y absoluta de que todos los relojes Patek Philippe o Panerai o Rolex que allí se compran y se venden, son auténticos, originales y de procedencia estrictamente legal.
Las diferentes tiendas de compro relojes Audemars Piguet, compro relojes Cartier etc nos ofrecerán una tasación sobre nuestro reloj o relojes que queramos vender, de acuerdo a una serie de factores: estado del reloj, si funciona o no, materiales, tipo de correa, años de antigüedad, marca y modelo... El buen negocio está en dar con aquella tienda que nos ofrezca la tasación más alta. Así pues, lo único que debemos hacer es ponernos en marcha y buscar en internet, comparar y finalizar la transacción con aquella que nos ofrezca un precio más alto y mejores garantías, no es complicado, tan sólo debemos ponernos manos a la obra.
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