Se acerca la Navidad, esa fecha tan hermosa que sirve para estar con nuestras familias y con nuestros seres queridos en general; esa época en la que el frío invita a los abrigos y, en el caso de los más afortunados, a enfundarse también los guantes, las bufandas y las boinas de lana para pasear sobre la nieve. También es la época en la que los religiosos, conmemoran el nacimiento de Cristo y en la que los que son también religiosos, pero también paganas, celebran el solsticio de invierno; la noche más larga del año. Vemos adornos de plata y oro, rojos y azules, por todas partes; y abetos iluminados que todos querríamos tener en nuestro hogar. La Navidad es una época preciosa y llena de luz y candor, sí... Y, también, muy cara.
La Navidad engloba, en definitiva, esas fechas en las que no es tan extraño solicitar créditos rápidos. Verán, los créditos, es cierto, suelen solicitarse para cosas realmente importantes; como tener un desahogo económico temporal o poder pagar los plazos de la casa en la que nos instalaremos toda nuestra vida o de ese coche de nuestros sueños, que tanto nos ha costado encontrar. Sin embargo, no nos engañemos: existe la obligación ética y moral de comprar regalos para papá, para mamá, para el hermano mayor, para la hermana pequeña, para la tía, para el sobrino o para el primo; y todo eso, sí, en esa “época de luz y candor”. Ah, la Navidad, qué bella es y cuánto daño le hace a nuestra cartera. O no tanto, porque, la verdad, esto de los créditos rápidos online es un chollo.
¿Online? Sí, sí, lo he dicho bien: online. Aquí, en esta página web -https://www.dineritoahora.es-, tienen mucha más información al respecto. Y es que hoy en día todo, hasta la Navidad, se informatiza. Que no les sorprenda que dentro de unos años no solo tengamos acceso a microcréditos por internet, sino también a la carta de los Reyes Magos. Seguro que en Oriente también se usan los ordenadores portátiles, la fibra óptica, el WiFi. ¿Qué se apuestan?
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