Por fortuna, las televisiones, desde hace muchos años, permiten la opción del subtitulado para sordos; y ni que decir tiene que los subtítulos, en general, están en cualquier DVD que se precie de cualquier película, serie de televisión o documental. He comenzado a escribir esto de forma un poco abrupta, pero quería dejar bien claro ese hecho: que tanto una persona sorda como otra que padece sordera aguda pueden enterarse del contenido de un producto audiovisual gracias a todas esas facilidades. No obstante, siempre siento un poco de frustración cuando veo que una persona con problemas auditivos se conforma con eso. ¿Por qué, pudiendo mejorar su condición gracias a unos buenos audífonos digitales? Y pensé otra cosa: los centros auditivos no gozan de tanta fama como las ópticas.
Fue esta mañana cuando me dio por reflexionar sobre todo eso. Y esta mañana, también, llegué a la conclusión: tengo que escribir algo y publicarlo en internet para todo aquel a quien le interese saber, conocer más, acerca de las soluciones que hay para paliar los problemas de audición. En realidad, poco puedo decir salvo que sí: centros hay en todas partes; y no solo establecimientos físicos, sino fundaciones, subvenciones y tiendas virtuales. Las tiendas virtuales quizá sean la mejor baza que tenemos para informarnos sobre cualquier cosa, de modo que les voy a poner un ejemplo de muchos: http://sonosalud.com/. Esa página web es una abundante fuente de información sobre todo lo que he comentado; de tal modo que, si es usted una persona con sordera incipiente o con sordera ya intensificada, agradecerá adquirir más información a través de ese enlace.
Repito: si les gusta el cine o simplemente sentarse a ver un rato la tele, pueden acceder a los subtítulos; pero teniendo la posibilidad de mejorar su capacidad auditiva, yo creo que no hay color: los beneficios merecen la pena y no concibo dinero mejor empleado que ese. Esto era todo lo que quería comentar, en realidad, porque tampoco es mi intención hacer una tesis sobre la audiometría y sus ventajas. Solo espero que mis palabras les inviten algo a reflexionar. |