El verano es una época de descanso, de aventuras, de viajes, de diversión en general. Sí, todas esas cosas se pueden hacer en invierno, pero, en mi opinión, no es lo mismo: en invierno, los días cortos y el frío de la calle lo vuelven todo mucho más hogareño, de modo que personas como yo no encontramos un placer excesivo en irnos de viaje. En descansar sí, por supuesto, pero acurrucados en el sofá con una manta y un buen té caliente. Sin embargo, la luz del sol del verano me llena de energías y me recuerda que solo se vive una vez, de modo que también es la época en la que me pongo a organizar almuerzos y cenas con mi familia y amigos. Y si algo no me falta son buenos restaurantes en Torrejón, eso lo puedo garantizar.
El año pasado, la excusa de la primera comunión de una de mis mejores amigas me permitió organizar una celebración de comunión en Torrejón como Dios manda. Llamé a mi restaurante favorito, sobre el cuál pueden leer más y obtener más información en http://restauranteelcaseron.com, y reservé mesa para un montón de comensales. A todos les encantó la velada, a niños y adultos, y no es para menos: el ambiente era agradable; la comida, excelente; y el precio, inmejorable. Todos acordamos repetir el verano siguiente, daba igual la excusa; pero ahora que ha llegado ese verano, lo admito, no se me ocurre ninguna otra buena excusa para reunirnos todos.
Sin embargo, no contaba con algo básico: ¡no hace falta buscar una excusa! Mis amigos me dijeron que con tener la oportunidad de pasarlo bien y comer aún mejor, bastaba; hasta ese punto les gustó el restaurante. Y eso no es todo: tengo suerte y este año mi jefe me ha pedido que organice una comida de empresas en Torrejón para reunirnos con unos clientes en agosto. ¿Adivinan dónde voy a reservar mesa? Muy bien, sabía que lo adivinarían. En fin, con veranos como estos, sinceramente, ¿quién necesita inviernos? Lo digo en voz alta: es, sin duda, mi estación del año favorita. |