Las empresas dedicadas a la construcción y reformas, rehabilitaciones etc, cada vez tienen más presente la importancia de incluir la mejora de la eficiencia energética de los edificios, ya sea mediante la rehabilitación de fachadas como en todo lo concerniente al diseño general del edifico de viviendas en sí.
Se podría afirmar, sin temor a equivocarnos, que años atrás no preocupaba la calidad de la vivienda sino la cantidad, hacer más y más para vender más y ganar más. Debido a esta pésima práctica por parte de las empresas constructoras, la gran mayoría de los edificios que pueblan nuestras ciudades, no cumplen con las exigencias de habitabilidad que actualmente sí se exigen en cuanto al aislamiento térmico y acústico de las fachadas y la impermeabilidad de las cubiertas.
El primer paso para lograr un edificio eficiente, energéticamente hablando, será procediendo a la rehabilitación de la fachada de un edificio, mediante el uso de materiales aislantes que ayuden a aumentar el nivel de aislamiento térmico de los cerramientos ya existentes. Dichos aislantes se colocan tanto en la cara interna como en la cara externa. El aislamiento en la parte exterior para las rehabilitaciones de fachadas tiene más ventajas que el aislamiento interior. Visita esta web http://www.hermonrehabilitaciones.com/
Se eliminan los puentes térmicos y fisuras al recubrir todo el muro de la fachada.
Evita las diferencias de temperatura y por consiguiente la aparición de futuras grietas en la fachada.
No quita superficie útil a las viviendas.
Los inquilinos y propietarios no necesitan ser desalojados temporalmente, pueden continuar con sus vidas tranquilamente.
Se puede aprovechar las obras necesarias para el aislamiento de la fachada para embellecerla estéticamente, con lo cual todavía más, estaremos incrementando su valor en el mercado.
La única desventaja de mejorar el aislamiento por su parte exterior (rehabilitaciones de fachadas) es que suele ser una obra mucho más costosa. Sin embargo, existe el recurso de solicitar algún tipo de ayuda o subvención al organismo pertinente.
La eficiencia energética de un edificio depende no solo del aislamiento térmico sino también del tipo de carpintería de puertas y ventanas, del tipo de acristalamiento, de la orientación de la vivienda y de los sistemas de calefacción y refrigeración instalados.
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