Hay muchos sencillos gestos que aplicamos en nuestra vida diaria para intentar ahorrar lo máximo posible en la factura de la luz, bombillas de bajo consumo en lugar de las tradicionales, no dejar los electrodomésticos y equipos electrónicos en "standby", instalación de ventanas aislantes y totalmente herméticas, evitar dejar la televisión encendida cuando no la estamos viendo... todo esto reduce el consumo eléctrico y es un beneficio no solo para nosotros sino también para el medio ambiente, estamos reduciendo con la colaboración de todos y cada uno a las emisiones de CO2 a la atmósfera.
Todas estas medidas están muy bien, pero deberíamos saber que con las rehabilitaciones de edificios de varios años de antigüedad y que presentan un estado muy deteriorado tanto en las fachadas como en las cubiertas, por el paso de los años y la acción de los factores ambientales y climáticos, estamos contribuyendo de forma mucho más sustanciosa en la disminución del consumo energético (hasta un 70%) y en la emisión de gases contaminantes y nocivos.
Conseguir aislar nuestra vivienda de un climatología adversa, comienza rehabilitando la fachada del edificio con aislantes térmicos, tapar todos aquellos huecos que se hayan abierto en la fachada y por donde se filtra el aire y procediendo también a la rehabilitación de la cubierta, zona que si no está en perfecto estado, favorece la filtración de humedades y la aparición de moho, una sustancia nociva para la salud de los propietarios y con consecuencias más graves para niños y ancianos.
Con la rehabilitación de fachadas, podemos lograr una temperatura de 18º de media en el interior de la vivienda, con lo cual no necesitaremos gastar tanto dinero al mes en aire acondicionado, ni en calefacción.
Si además de contratar los servicios de una empresa dedicada a la rehabilitación de edificios (http://www.hermonrehabilitaciones.com/) nos concienciamos en el uso de energías renovables, estaremos mejorando nuestra calidad de vida y nuestra economía.
Nos puede asustar la inversión inicial que tenemos que asumir, pero esta inversión la iremos recuperando mes a mes y además, creo que hay algunos programas que subvencionan las rehabilitaciones de edificios antiguos, sería cosa de informarse. |