Sufrir de discapacidad auditiva y no acudir a un centro especializado para poner solución, carece de sentido. Cuando observamos cualquier síntoma de que algo en nuestra salud no anda como debería, no perdemos el tiempo y acudimos al médico para que nos diagnostique la dolencia y le ponga solución, sin embargo, la gran pregunta es ¿por qué no hacemos lo mismo cuando tenemos la certeza de que algo no marcha bien con nuestra audición?
En la mayoría de las ocasiones, nos resistimos a aceptar que tenemos un problema en nuestros oídos y negar la evidencia no hace que lo que nos preocupa, desaparezca. Así que tomemos cartas en el asunto y ante la más leve sospecha, lo primero es acudir a un centro auditivo y que un especialista nos haga las pruebas pertinentes para diagnosticar que tipo y grado de sordera padecemos y que soluciones tenemos. Más información
Una audición completa y clara con la ayuda de unos audífonos, hará que la relación con el mundo que nos rodea (familia, amigos, compañeros de trabajo) sea más fluida, desaparezca el estrés que nos produce no poder llevar una conversación normal y evitaremos un problema añadido a la falta de audición, el aislamiento, única salida que ven las personas con esta discapacidad para no tener que enfrentarse a su problemática de falta de comprensión, mucho más evidente cuando se relacionan con otras personas.
Hay varios tipos de audífonos, según su tecnología (analógicos, digitales) y su colocación. A continuación y a título informativo, una clasificación general:
Audífono retroauricular, se trata de unos audífonos muy potentes, indicados para casos de pérdida aguda y se colocan detrás de la oreja, el molde está adaptado a la morfología del paciente.
Audífonos ITC, se introducen en el interior del canal auditivo. Se adaptan a medida y están indicados para pacientes con pérdidas de moderadas a severas.
Audífonos CIC, son los de tamaño más reducido, van alojados totalmente en el interior del canal auditivo y están indicados en pérdidas de leves a moderadas.
Pero, como ya hemos indicado anteriormente, es el especialista de un centro auditivo quién aconsejará sobre qué tipo de audífono es el más aconsejado para cada caso particular. |