Todos queremos la buena vida. Ahora bien, ¿qué clase de cosas podemos definir, exactamente, como “buena vida”? Aquellos a los que no les apetezca comerse el coco demasiado dirán que una buena vida solo tiene que incluir el ser feliz y el hacer lo que nos gusta hacer con nuestra vida, y, desde luego, no andaría errado; al fin y al cabo, está claro que algo falla en nuestro día a día si trabajamos en algo que no solo no nos apasiona, sino que nos hace infelices; y lo mismo vale si estamos con la pareja inadecuada o si estamos solos cuando nos gustaría empezar a salir con alguien. En fin, hay tantísimas opciones con esto de la “buena vida” que cuesta decidirse por una sola.
Sin embargo, yo soy de la creencia de que eso de la buena vida equivale a grandes comodidades. Sí, el ser humano, para vivir dignamente, ante todo necesita tener las necesidades básicas cubiertas; y dichas necesidades básicas incluyen, desde luego, una despensa siempre llena de alimentos saludables, una cama mullida con sábanas frescas y un edredón para los días más fríos del invierno, un techo bajo el que guarecerse y que además de cocina incluya baño, salón y unas vistas más o menos aceptables y, en fin, dinero. Sí, el dinero es la base de todas esas comodidades; y si las llevamos al extremo de obtener una vida digna de un multimillonario, hay cierto tipo de cosas en el que también tendremos que gastarnos dicho dinero; como, por ejemplo, en un sistema de seguridad en condiciones como los de seguridad100.com/.
Todas nuestras elecciones y circunstancias vitales traen consecuencias tanto positivas como negativas; y las negativas, en este caso, incluyen vivir con miedo a que un ladrón entre en nuestro hogar. Afortunadamente, eso puede evitarse fácilmente si, como ya he dicho, empleamos parte de nuestro dinero en hacernos con una alarma para casa último modelo y lo combinamos con una buena cámara de vigilancia IP. Porque, todo sea dicho, teniendo un fondo económico nada desdeñable, el hecho de emplearlo en nuestra propia seguridad es incluso un placer.
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