Los edificios de viviendas de las ciudades sufren desperfectos y deterioros debido al paso del tiempo, tomar conciencia de la importancia de acometer la rehabilitación de edificios para evitar y poner solución a dichos problemas estéticos y/o estructurales, es responsabilidad nuestra. Procediendo a reformar y rehabilitar fachadas y edificios, estamos contribuyendo a mantener nuestros bloques de viviendas o edificios públicos, en buen estado, cuestión de vital importancia.
Llevar un correcto y periódico mantenimiento de los edificios, impide su deterioro progresivo y la aparición, en un futuro, de graves problemas estructurales, mucho más costosos.
Conservando los edificios, fachadas y cubiertas, estamos también contribuyendo a proteger el patrimonio histórico y cultural de nuestras poblaciones.
Y, si tenemos en cuenta el grave problema económico en el que se han visto inmersas las empresas dedicadas a la construcción, reformas de viviendas, rehabilitación de edificios, desde el comienzo de la crisis, también estamos ayudando al resurgimiento económico de este sector y la creación de puestos de trabajo en todos los ámbitos relacionados con las obras, carpintería, fontanería, pintura, electricidad, calefacción...
Si vamos a acometer una obra de estas características en un edificio de viviendas, debemos de tomar especial cuidado en la elección de la empresa que va a hacerse cargo de dicho trabajo. Una empresa seria, profesional y con años de experiencia a sus espaldas, es la garantía de que los resultados, una vez finalizadas las rehabilitaciones pertinentes, van a cumplir con nuestras expectativas. Pulsa aquí para más información.
Sería una buena idea, plantearse la rehabilitación de fachadas con aislamiento térmico y acústico: ahorraremos de forma considerable en la factura de la luz y gas, aumentaremos el confort, bienestar y la calidad de vida, contribuimos a la mejora del medio ambiente al reducir el consumo energético y la emisión de gases nocivos y añadimos más valor a las viviendas.
Mantener los edificios en perfectas condiciones tanto desde el punto de vista estético como estructural, hace a nuestras ciudades más bellas y más seguras. Poner en riesgo la vida de los transeúntes por una fachada en mal estado, es responsabilidad de los propietarios. Siempre es mejor prevenir que curar. |