En este mundo de estrés y cargado de responsabilidades en el que necesitamos trabajar los dos miembros de la unidad familiar, nos vemos en la obligación de buscar una escuela infantil en Madrid, localidad que hoy nos ocupa, para llevar a nuestros hijos mientras estamos trabajando.
Nuestros hijos son nuestro tesoro y nos preocupa con quien los dejamos, en quién delegamos la responsabilidad de cuidarlos, educarlos y formarlos cuando nosotros no podemos hacerlo por motivos laborales.
Una escuela infantil debería ser algo más que un lugar donde dejarlos, las trabajadoras responsables de los niños, deben ocuparse de estimular y trabajar por un desarrollo completo de los alumnos a todos los niveles y siempre, con grandes dosis de cariño y atención personalizada.
Escuelas infantiles en Madrid hay muchas, pero elegir la mejor es la tarea que nos corresponde como padres. Si no sabes por dónde empezar ni como, te propongo que busques en internet páginas web dedicadas a la educación infantil. Para empezar, yo puedo recomendarte que entres en esta web http://eilajirafa.com/ infórmate sobre lo que ofrecen, su ubicación, instalaciones, personal... y el precio. Valora y evalúa las que más confianza te inspiren y una vez tengas unas cuentas seleccionadas, concierta una entrevista con la directora para que te asesore más ampliamente y te muestre las instalaciones. La decisión final es tuya y solo a ti, como padre o madre, te compete elegir una u otra. Lo importante es que el niño esté bien atendido y se rodee de un ambiente relajado, agradable y armónico y aprenda a comunicarse fácilmente tanto con el personal responsable de su formación como con el resto de los niños. Es una etapa muy importante en su desarrollo y debe estar en todo momento, en las mejores manos.
El recurso a las escuelas infantiles no acaba con su cuidado antes de comenzar la etapa escolar, en muchas ocasiones a los padres les resulta muy complicado compatibilizar horarios, vacaciones escolares... cuando los niños comienzan a asistir al colegio. Las escuelas infantiles pueden suplir esos espacios de tiempo en los que nos resulta imposible hacernos cargo de nuestros hijos. |