Los beneficios que nos aporta el consumo de fruta en general y de la naranja en particular, son bien conocidos por todos. Una alimentación equilibrada requiere un consumo variado de legumbres, verduras, hidratos de carbono, carne y pescado, dónde la fruta es imprescindible que no falte en el menú diario, las naranjas especialmente nos aportan gran cantidad de vitamina C que durante el invierno, nos ayudará a combatir los resfriados tan comunes en esta época del año.
Las naranjas aumentan nuestras defensas. Consumir naranjas favorece la memoria por su alto contenido en fósforo y ayuda a disminuir el estrés, responsable de la debilitación del sistema inmunológico de nuestro organismo.
Que la naranja es un alimento saludable, no hay duda, pero ¿qué diferencia hay si las compramos en un supermercado o compramos las naranjas online? Muy sencillo, cuanto menos tiempo pase desde su recolección hasta el momento en el que las vamos a consumir y menos tratamientos reciban, más va a conservar todas sus propiedades y vitaminas. Un producto totalmente natural, como es el caso de las naranjas online, nos garantiza que se trata de una fruta libre de manipulaciones y de conservación en cámaras frigoríficas. Al comprar naranjas online, ver aquí, las piezas de fruta son recogidas en el mismo momento en el que hacemos el pedido y al día siguiente ya podemos disfrutar de su sabor y frescura porque pasan directamente del árbol a nuestra mesa. La maduración se produce en el árbol, la única manera de que la naranja sepa a naranja, la manzana a manzana y así con el resto de frutas y productos del huerto.
Es algo más parecido a tener una casita en el campo y un huerto con árboles frutales y verduras y cada día, saliéramos a recoger los alimentos que necesitamos para preparar la comida y darnos el placer de coger las naranjas de nuestro árbol para hacernos un zumo o simplemente comernos la pieza. El sabor de la fruta totalmente fresca y natural no es comparable con el sabor al que estamos acostumbrados. La fruta que compramos en las tiendas tradicionales y supermercados, que se ven obligados a almacenarlas y conservarlas para que no se estropeen, dan como resultado una fruta insípida y que ha perdido muchas de sus propiedades nutricionales. |