Las elecciones, ese momento crucial en la vida de todo país. Porque los países tienen vida propia, ¿lo sabían? Laten, respiran, sufren y evolucionan al compás de las personas que viven en él. Por desgracia, a los países les sucede exactamente lo mismo que a los seres humanos por ese mismo motivo: han crecido sobre una serie de pilares esenciales, llamémoslos principios morales, llamémoslos ideales, llamémoslos simplemente historia; y cuando un país está tan firmemente arraigado en una serie de creencias y tradiciones, es complicado echar esas tradiciones abajo. ¿Cuántos siglos, de hecho, llevamos con monarquía? Ahora ya carece de sentido, pero los más tradicionales, los de derechas, piensan lo contrario, y así es imposible cambiar las cosas.
Esto trae consigo una serie de consecuencias, naturalmente. Un país que no sabe gobernarse a sí mismo, que no está construido sobre la sólida base de un buen sistema educativo, que es como un adolescente pisando el mundo por primera vez y que no es precisamente el primero de su clase, está abocado a la catástrofe. Nosotros no nos hemos hundido del todo en la catástrofe, pero sí que la hemos rozado con tantos desahucios y tantas empresas en quiebra y bancarrota. Aun así, y centrándome en eso último, lo de las empresas, no todo es malo, y no quiero que parezca que mis palabras son negativas o no encierran ninguna moraleja o promesa de esperanza. Verán, ¿han oído ustedes hablar de los abogados concursales...?
Si tú, por ejemplo, que me estás leyendo, sientes curiosidad, pulsa aquí: www.concurso-de-acreedores-de-liquidacion.com/que-es-el-concurso-de-acreedores/; ahí te enterarás, con todo lujo de detalles, de qué es exactamente un abogado concursal. En pocas palabras, son personas que se ocupan de asuntos relacionados con la suspensión de pagos y el concurso de acreedores propiamente dicho. En España, resulta que tenemos un bufete de abogados concursales bastante nutridos y de mucha profesionalidad, lo cual es una ayuda inestimable para todos esos individuos que no pueden afrontar sus deudas. Algo es algo y algo bueno teníamos que tener, ¿no? Espero que la calidad de estos abogados siga igual en el futuro, hace falta. |