La profesión de vigilante de seguridad requiere una formación y una continua evolución. Para poder ejercer el trabajo de vigilante se necesita estar acreditado por el Ministerio de Interior. Sus campos de actuación se han ampliado a partir de la nueva ley de seguridad privada.
Antes de la nueva ley, la figura del vigilante de seguridad no existía, el cargo era el de vigilante jurado, cargo al que se accedía tras haber superado un examen en la Guardia Civil y a partir de este momento no era obligatorio seguir una formación salvo en el caso particular de que cada cual, a nivel particular, quisiera ascender en su puesto de trabajo. Ahora las cosas han cambiado, desaparece la figura de vigilante jurado y pasa a denominarse vigilante de seguridad, un puesto para el que se precisa una constante formación-
Los aspirantes a dicho puesto deberán seguir un curso de 180 horas en centros homologados (www.abalar.es). Dicho curso imparte materias de orden Jurídico, Socio Profesional, Técnico Profesional, Contra Incendios, Armamento y Tiro, Primeros Auxilios, Comunicaciones, Medios de Detección, Defensa Personal y una buena preparación física.
Si el alumno supera el examen teórico y físico, se le hará entrega de la Tarjeta de Identidad Profesional (TIP), imprescindible para poder desempeñar el trabajo como vigilante de seguridad. Además las empresas de seguridad tienen la obligación de impartir un curso anual de 20 horas para aquellos que ya estén trabajando como vigilantes. Otro punto a destacar es el hecho de que si se lleva más de dos años sin desempeñar labores de vigilante de seguridad, tendrán que realizar un curso para actualizarse y poder volver a trabajar.
Con todo lo anteriormente expuesto, se deduce que la profesión de vigilante de seguridad, al contrario de la creencia popular (debido principalmente al intrusismo de gente sin ningún tipo de titulación que ejercía como portero de discoteca) es un trabajo que requiere una formación continuada y una buena preparación a todos los niveles.
Los vigilantes de seguridad son profesionales altamente cualificados y preparados para desempeñar su trabajo con eficiencia y respetando en todo momento la normativa legal.
La ampliación de los campos de actuación para esta actividad, la convierten en una profesión con futuro. |