Estudio publicidad y, en particular, lo que más me gusta de este mundillo no son las imágenes, ni las técnicas publicitarias, ni los formatos empleados ni el eslogan de cualquier producto, sino algo mucho más sencillo: la cuestión del nombre. Mucha gente subestima el nombre de aquello que se pretende vender, todos lo ven como algo secundario, insignificante, poco visible... Porque, claro, en un anuncio de perfume lo que importa son las imágenes etéreas y las palabras en francés, del mismo modo que, en un anuncio de un producto relacionado con la tecnología y la electrónica, son los colores minimalistas y la música futurista lo que impera.
Pero no, el nombre es crucial y es el nombre lo que se le tiene que quedar fácilmente a la gente. Si es un nombre atractivo, aquello a lo que va asociado también parecerá atractivo, es un principio psicológico básico. Por ejemplo, el otro día, en el periódico, vi la siguiente dirección web: http://innovamer.es. ¿Lo ven? Aquí tenemos un ejemplo de buen nombre relacionado con la tecnología. Me pareció atractivo y atrayente en cuanto lo vi, así que, cuando tuve la oportunidad de indagar en la página web y ver que se dedicaba a vender información sobre operadores de Voz IP de Las Palmas, automáticamente eso también me pareció fascinante.
Porque el nombre recoge la esencia del producto: algo internacional, algo novedoso, algo que es el futuro, algo que es pura tecnología... y las centralitas virtuales de voz IP de Las Palmas en contraposición con las tradicionales, son sin lugar a dudas, todo eso, puesto que es una tecnología tan avanzada que incluso se permite su integración en teléfonos fijo y móvil. En fin, yo en lo que me quiero especializar es en los nombres del producto, para mí son la esencia de la publicidad y, sin duda, lo más divertido, por mucho que demasiados ignorantes lo infravaloren tanto y tan exageradamente. |