Cuando mi marido se quedó en paro, creía que nos iba a costar salir adelante y que nos esperaba una época de muchas penurias. Y es muy triste pensar eso cuando sois casi recién casados, porque contrajimos matrimonio hará cosa de un año. Pero claro, con un bebé en el vientre, las cosas se ven más negras de lo que en realidad son, puesto que lo único que quieres es proteger a tu bebé y empiezas a ver amenazas en cada esquina. Sin embargo, no tuvimos que llorar demasiado, dado que encontró trabajo enseguida; es decir, en un mes, más o menos. Dada la situación de crisis que todavía padecemos, es casi un milagro.
Y encontró trabajo de lo suyo. No sé definir a qué se dedica exactamente, pero digamos que es algo así como inspector y electricista; es decir, su cometido es controlar el papeleo en lo que respecta al ITE en Barcelona, y me estoy refiriendo a la Inspección Técnica de Edificios en Barcelona. Lo que tiene que hacer mi marido es utilizar todos sus conocimientos sobre luz, viviendas y aspectos jurídicos para determinar si una casa, ya sea un piso o un chalet, cumple con los requisitos mínimos para ser habitada o, por el contrario, incumple la ley.
La verdad es que a mí tanto me da que vaya de casa en casa preguntándole a la gente si tiene que solicitar cédula de habitabilidad en Barcelona o si, por el contrario, ya la tienen y tienen también todo su hogar en regla. A mí lo que me importa es que trae dinero a casa. Yo lo haría con mucho gusto porque soy veterinaria, pero estando embarazada la cosa se vuelve bastante complicada. Eso sin contar que estaré de baja por maternidad un año, por lo menos. Económicamente hablando, dependemos de mi marido nuestro hijo y yo, pero confío en él. |