Siempre lo dejo todo para el último momento, y la verdad es que ya me vale. Cuando fijé la fecha de mi mudanza a Gran Canaria con un mes de antelación, pensé, con mucho entusiasmo y no menos decisión, que con tanto tiempo podría organizarlo todo sin agobiarme haciendo cada día un poquito más. Pero pasó un día... Y luego pasaron dos... Y después, cinco... y, finalmente, una y hasta dos semanas. En resumidas cuentas, al final me quedé con poco más de una semana para empezar a empaquetarlo todo. Y no es poco lo que tengo, por desgracia, voy a tener que llenar bastantes cajas.
El motivo por el que decido llenar yo las cajas con mis trastos no es solo uno. El principal es que, por muy cuidadosos que sean los de Transportes Ramos, que son los encargados de mudanzas nacionalesa los que he querido contratar, yo no me fío de nadie a la hora de tocar mis cosas; eso quiero hacerlo yo. Además, tengo cosas frágiles de mucho valor sentimental y quiero asegurarme de que reciban el trato que merecen, y me refiero a que vayan muy, pero que muy protegidas dentro de sus respectivas cajas.
El segundo motivo es el precio. Y es que supongo que cualquiera que se haya mudado ya sabrá que, si el cliente se encarga de embalar y deja que los de la mudanza se ocupen únicamente de cargar y transportar cajas y muebles, el precio se reduce muchísimo. Tampoco tengo ninguna queja con respecto al precio de esta empresa de mudanzas a Canarias, la verdad es que cuando me dijeron cuánto me iba a salir, tanto embalando yo como embalando ellos, me sorprendí; pero mientras menos pague, mejor.
Estoy deseando que pase esto de una vez. Solo quedan tres días y me quedan muchas cosas por empaquetar, pero no estoy haciendo casi nada. |