Hace unos cuantos años, decidí montar una carnicería. Tenía experiencia como carnicero porque llevaba dedicándome a ello toda mi vida y además mi padre en su tiempo fue marchante, así que ya conocía bastante bien el campo. Por si esto fuera poco, mi padre tenía muchísimos contactos, que me proporcionarían toda la carne para yo luego venderla. En cierta medida, tenía todo a mi favor para montar mi carnicería. Lo que me costó algo más de tiempo fue dar con empresas que me ofreciesen soluciones de almacenaje para mis productos, pues en ese sentido sí que andaba un poco verde.
Tenía bien claro que en mi negocio no querría otro material que no fuera el acero inoxidable debido a sus múltiples propiedades. Entre todas ellas, el acero inoxidable previene el crecimiento de bacterias gracias a la variabilidad de la temperatura. Además, es bastante higiénico en el sentido de que da la apariencia siempre de estar en pulcras condiciones. La forma de limpiarlo es súper sencilla y rápida y hay muchos remedios caseros que pueden emplearse para limpiarlo. Con el trabajo que da ya de por sí mantener un negocio de carnicería (y más estando yo solo), contar con un producto como este es un lujo porque te permite adelantar bastante trabajo en el sentido de que no da tanto la lata para limpiarlo y mantenerlo con buena visibilidad al público.
El acero inoxidable para carnicería es una estupenda elección si das con una buena empresa que te fabrique los materiales que necesitas en su justa medida. Por suerte, yo di con una que me ayudó bastante porque a todas estas, como os decía, no tenía ni idea de lo que necesitaría para mi negocio. Ellos, que tienen una amplia experiencia en el sector de la industria cárnica, me facilitaron todo lo que mi negocio requeriría. Hoy merecen mi reconocimiento y por cierto, tienen una página web: www.helcesa.com. |