Tiene que haber una epidemia de mudanzas en Toledo, porque, si no, no me explico que en solo dos meses mis padres hayan dado la bienvenida a tres vecinos nuevos. ¡Tres! Lo normal es que no haya ni una sola mudanza anual, así que me hace gracia que a todos les dé por mudarse a la vez y, para colmo, al mismo sitio. No es que me moleste, realmente; me alegro de que la gente crea que Toledo, y la zona en la que vivo, es un buen sitio para vivir. Lo que no me gusta es la espontaneidad y la extroversión de mis padres. Yo soy de esos a los que no les gusta relacionarse con los vecinos salvo si es estrictamente necesario hacerlo.
Otra cosa que me hace gracia, ironías del destino, es que yo este año también quiero mudarme, sí, pero fuera de Toledo. Lo que quiero es irme a Madrid. Las cosas como son, pero a la hora de buscar oportunidades laborales, lo mejor es desplazarse a una de las grandes ciudades de la geografía española; o incluso de la geografía extranjera. El caso es que hay un máster en la Universidad Autónoma de Madrid que me encantaría cursar, y llevo todo el año ahorrando para conseguirlo. Esta es la mía, y por eso, entre otras cosas y contando el motivo que dije antes, no quiero hablar demasiado con los vecinos. Total, no habrá tiempo para hacerlo.
Eso sí, el otro día, de casualidad, me topé con uno de ellos en el bar de mis padres y me estuvo aconsejando sobre mudanzas económicas. Me dijo que había empresas, como la que él contrató, que por un buen precio te hacen unas mudanzas con guardamuebles en Madrid extraordinarias, y es muy probable que no lamente ninguna pérdida ni nada en absoluto. Pues seguiré su consejo, a ver qué tal. |