Me encanta leer desde que tengo uso de razón. Siempre me ha gustado porque creo que la lectura es una manera de despejarse, de alejarse por momentos del mundo. Cuando leo, me meto tanto en la lectura que a veces olvido dónde estoy y qué hora es. Por eso me gusta tanto. Pero además, considero que con los libros se aprende bastante.
A lo largo de todos estos años, los libros han sido uno de los mejores maestros que he podido tener. Esto, junto con la experiencia, que es la madre de la sabiduría. El último libro que me he leído, cuyo nombre no revelaré porque se trata de una creación de una amiga que aún no ha lanzado al mercado, me ha impulsado incluso a dejar de fumar.
La autora (que en esta ocasión es mi amiga) pretendía inculcar a los lectores lo perjudicial de fumar para la salud de los humanos a través de un relato dramático. Basada en su propia historia personal dado que su madre falleció por cáncer de pulmón, ha autora ha recomendado incluso el uso de cigarrillos electrónicos como un método para dejar de fumar, lo cual me pareció tremendamente interesante porque yo sabía que existía este tipo de productos pero nunca se me había pasado por la mente usarlos.
Realmente, se trata de un ejemplar bastante bueno no solo por la forma tan dulce y cercana que tiene de escribir, sino porque considero que podría servirle a muchas familias que estuviesen en la misma situación que ella, que ella y que yo, con la diferencia de que yo aún soy fumadora.
De momento, ha conseguido despertar mi interés y me ha picado la curiosidad de comprar cigarrillos electrónicos para probarlos. Cuando saque el libro, os avisaré para que podáis comprarlo y tenerlo como referencia. Merece la pena. |