Tanto los controles de velocidad como los de consumo de alcohol o cualquier tipo de sustancias, son cada vez más habituales. Las zonas más controladas sobre infracciones por velocidad son aquellas en las que hay cambios de ritmo y en tramos de carretera dónde se obliga a una reducción drástica de la velocidad. Respecto al control de consumo de alcohol, es evidente que se intensifica en periodos de vacaciones, navidades y fines de semana.
Tomar todas las precauciones cuando vamos al volante va a evitarnos accidentes más o menos graves y las sanciones y pérdidas de puntos.
En el mercado tenemos dos dispositivos, el avisador de radares que nos da un toque de atención para moderar la velocidad ante la presencia de radares fijos, móviles o el temido helicóptero Pegasus y el no menos práctico "alcoholímetro" de uso personal.
Si hemos tomado algunas copas, podemos hacernos un análisis para asegurarnos de que nivel de alcohol en sangre tenemos en ese momento y según el resultado, coger el coche o postergar ponernos al volante, hasta que bajemos a las tasas permitidas.
Tanto un avisador de radares como el alcoholímetro son muy prácticos para evitar las abultadas sanciones impuestas por la guardia civil tanto por sobrepasar los límites de velocidad como las tasas de nivel de alcohol en sangre.A modo informativo, dejo algunos ejemplos de sanciones por velocidad:
* Conducir a 150 Km/h en vías rápidas, supone una multa de 300 euros y pérdida de dos puntos.
* Si sobrepasamos en 61 a 70 km/h al límite permitido, sanción de 400 euros y pérdida de cuatro puntos.
* Si circulamos a una velocidad de 191 Km/h, se trata de una falta muy grave y se castiga con una multa de 600 euros y la pérdida de seis puntos.Respecto a las sanciones por conducción bajo los efectos de alcohol o sustancias estupefacientes, se eleva de 600 a 1000 euros.
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